TOLVANERA / Who's the boss?

AutorRoberto Zamarripa

Contó el electricista Juan Ignacio Parra, en su declaración ministerial rendida ante la SIEDO de la PGR, que el jueves 2 de junio un cliente suyo conocido como Pichel lo contrató para arreglar una lámpara en el Hotel Palacio de Tijuana (Reforma, 15/06/11. Declaración AP/PGR/SIEDO/UEITA/113/2011. Nota del reportero Benito Jiménez).

El electricista, un tijuanense de 35 años de edad, llegó al cuarto donde se hospedaban Ramón López Apodaca, de 37 años, originario de Navojoa, Sonora y Carlos Gonzalo Pérez Contreras, de 20 años, de Ciudad Obregón, Sonora.

Uno de ellos abrió la puerta. "Era como de 37 o 38 años, de aspecto antisocial, es decir, medio malencarado, fantoche o prepotente, vestido de pantalón de mezclilla". Parra se puso a trabajar y escuchó una conversación entre los dos huéspedes del cuarto según la cual "en cuanto llegara iban a agarrar a una persona que lo iban a desaparecer, que le iban a dar pa' bajo". El sujeto al que iban a desaparecer era "una persona gorda, de short y medio pelón, y que traía una camioneta tipo Explorer".

Parra aseguró haber visto en el lugar dos pistolas tipo escuadra sobre la cama del cuarto. Al electricista, según la versión ministerial, se le hizo fácil avisar a la recepción del hotel lo que había escuchado. El viernes 3 por la tarde fue llevado por personal del hotel ante oficiales castrenses quienes a su vez lo trasladaron a la Zona Militar donde fue interrogado.

Al final, Juan Ignacio Parra resultó detenido, según el parte que consta en la averiguación previa, con una carabina marca US modelo M1 calibre .30.

"Y fajada en su cintura del lado izquierdo, por la parte de la espalda (portaba) un arma tipo pistola marca Rock Island Armory de calibre .38". (Reforma, 15/06/11).

Hoy, junto con todos los acusados por acopio de armas en el caso Hank Rhon, Parra quedó libre.

Justo un año antes, la madrugada del 9 de junio de 2010, efectivos de la Marina encapuchados y armados con fusiles de visión nocturna detuvieron a cuatro jóvenes en una casa de huéspedes de la colonia Roma en la Ciudad de México. Se les acusó de esconder atrás de un lavadero 20 kilogramos de explosivos guardados en una bolsa de mandado (Reforma, 28/06/10. Tolvanera. "Errores").

La Marina consignó ante la PGR a los jóvenes por poseer C4, un explosivo utilizado por grupos terroristas.

La PGR determinó empero que los jóvenes en realidad poseían glicerina, ácido nítrico y parafina, que servirían para hacer cremas cosméticas o velas. Nada de...

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