Toman el pulso al arte alternativo
| Autor | Lourdes Zambrano |
En agosto se publicará Tomar la ola. Movimiento de los proyectos independientes, investigación derivada de un estudio minucioso que la artista Tamara Ibarra inició hace varios años y que, sin buscarlo, se convertiría en una fotografía de la evolución de los proyectos independientes en el País durante el sexenio.
En los últimos seis años, expone, han nacido 215 espacios de exhibición en el País, y, para sorpresa de Ibarra, sólo el 10 por ciento han cerrado.
"Antes de 2012 había espacios o proyectos educativos gestionados por artistas, como pequeñas esporas, pero no se vinculaban entre ellos. Pero ese año arranca el auge de los espacios independientes o los proyectos colectivos, y ahí empieza mi investigación. No esperaba que duraran tanto ni que se posicionaran en la escena. Lo que hice fue dar seguimiento a su evolución y profesionalización en todo el País", explica Ibarra en entrevista.
Su interés por el tema surgió a partir de su propia experiencia. En 2009, en la Ciudad de México, abrió el espacio independiente OVO, como un lugar para que los estudiantes de La Esmeralda, como ella, pudieran exhibir su trabajo.
Y un par de años después, empieza la proliferación, convirtiéndose ya en una escena, hoy sólida.
"En 2012, se trataba de hacer una crítica al sistema del arte, a aquellos que tenían el poder. No había cabida en las galerías para que artistas emergentes o estudiantes tuvieran un lugar para exhibición", recuerda Ibarra.
La también gestora cultural reconoce que la web ayudó a que los artistas se vincularan entre sí.
Uno de los espacios más importantes que surgieron en el periodo, según la investigación, fue Cráter Invertido.
"Cuando surgieron, como Grupo De, fue fácil visualizar que surgirían proyectos similares. Lo que estaban diciendo es que ya había una distancia política hacia el sistema del arte y el sistema económico, social y político", expresa Ibarra.
Hacia 2015, el auge se detuvo, y vendría la consolidación de proyectos.
La artista ha visitado cada uno de los proyectos de los que habla en el reporte. Tras ver que la escena alcanzaba otras disciplinas, decidió incluir colectivos, editoriales y proyectos musicales o digitales.
El perfil de quienes encabezan las iniciativas es uniforme: el 80 por ciento lo comandan los propios artistas, la mayoría recién egresados de sus carreras, y no están necesariamente centrados en la comercialización de sus trabajos sino en la discusión y producción de ideas.
Ibarra reafirma que cada vez...
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