Mucho toro, poca suerte

AutorJorge Cuesta

Reforma/Jalisco

GUADALAJARA.- Enhorabuena para los Ganaderos de Piedras Negras. Qué pena que el veleidoso azar le haya vuelto la espalda a la hermosa corrida de toros que enviaron para ser lidiada en la Nuevo Progreso, ayer ante otra pobre entrada.

Seis toros de impecable presentación, con la romana justa para tener movilidad, luciendo capas de diferentes pelos que hicieron lucir más sus excelentes hechuras, trapío en sus arboladuras, emotividad en sus acometidas para los de a pie y bravos en su pelea con los caballos.

Los toreros, desgraciadamente para ellos mismos, no los entendieron. Pero la mala suerte de la ganadería fue también que el nuevo juez de plaza Javier Sierra seguramente no los vio, porque no premió a ninguno, como bien se hubieran merecido cuando menos tres y sin ninguna duda el extraordinario cuarto de la tarde.

El mejor librado fue el sevillano Antonio Barrera, a quien le correspondieron los dos más bellos de la corrida: su primero, con pitones, que de haberle cogido la distancia le hubiera ligado la faena.

Haciendo gala de valentía empezó la faena de rodillas, cuando lo que el toro necesitaba era que lo metiera en la muleta y tirara de él. Cuando logró entenderlo le bordó dos naturales con temple y calidad, algunos otros buenos muletazos aislados sin estructurar; estocada apenas desprendida y lo despeño al primer golpe con la espada corta. Vuelta al ruedo, cuando debía haber paseado la oreja.

Con su segundo, otro hermoso toro...

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