Tradiciones o legalidad: Dilema indígena

AutorCecilia González

En la sierra de Jalisco andan hombres que cazan especies en extinción, consumen peyote y portan armas de fuego sin autorización. Podrían ser considerados como delincuentes peligrosos, pero únicamente son indígenas huicholes que buscan preservar sus ancestrales tradiciones.

Este es sólo un ejemplo de las contradicciones que existen entre los usos y costumbres de los pueblos indígenas del país y las leyes que se crearon sin contemplar su cultura.

Son usos y costumbres que forman parte del debate para lograr que el Congreso apruebe las reformas constitucionales necesarias para reconocer los derechos y la cultura indígena que promueve el EZLN.

El caso de los huicholes de Jalisco, Nayarit, Zacatecas, Durango y San Luis Potosí es uno de los más conocidos. Ellos tienen tres elementos básicos en su reproducción cultural: el peyote, el venado y el maíz, pero esto les genera problemas con la justicia y recurrentemente son apresados por llevar peyote.

Además, para ofrendar a sus dioses, los huicholes cazan en Jalisco venado de cola blanca -que es una especie en extinción- con armas calibre .22 que han heredado de sus antepasados y que por lo tanto no están registradas.

En estricto sentido, estas prácticas hacen de los huicholes unos delincuentes -que no lo son de ninguna manera- a los ojos de las leyes mexicanas.

Por eso, el INI enfrenta casos de indígenas de todo el país que son encarcelados por portar mariguana, la cual es usada por prácticamente todas las etnias como una planta curativa, y con la cual no trafican. Está, también, el caso de los mazatecos que utilizan los hongos alucinógenos.

Otra práctica que sancionan las leyes mexicanas es la de los mayordomos de las comunidades indígenas que, para cumplir el mandato de organizar los juegos pirotécnicos en honor a sus santos patrones, compran pólvora, con lo que violan la Ley Federal de Uso de Armas de Fuego y explosivos.

Al uso de estupefacientes y la portación de armas y de pólvora, se suma la "violación" -que para los indios no es tal- de las normas de carácter ecológico, ya que la mayoría de las comunidades aplica la tradición "tumba, roza y quema" para preparar el terreno que cosecharán, práctica que sanciona la Semarnat bajo el argumento de que se pueden producir incendios forestales.

En el mismo sentido se da la tala de árboles que hacen la mayoría de los grupos indígenas no para vender la madera, sino por sobrevivencia personal; o la pesca de especies marinas en extinción que hacen los...

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