Trampas para turistas

AutorAlessandro Triacca

Es sabido que una de las presas favoritas de los estafadores son los viajeros, pues no conocer el destino los coloca en una situación vulnerable.

Lo más recomendable es ser prudente. No está de más disimular el aspecto de turista (cámara al cuello, mapa abierto de par en par...) y conocer cómo "trabajan" en diferentes partes del mundo.

¡Cerrado!

En algunas grandes ciudades como París o Beijing es común que los taxistas traten de convencerte de que tu restaurante, museo u hotel elegido está cerrado justo ese día, pero que, afortunadamente, ellos conocen una alternativa mejor y más barata (sin decirte, claro, que reciben una comisión por cada turista despistado que llevan ahí).

Evítalo: previo al viaje, infórmate por teléfono o en internet de los horarios y días de apertura de los diferentes lugares que planeas visitar en un destino. Si tienes dudas, siempre es mejor preguntar al llegar y tomar un taxi de sitio.

¿Buena fortuna?

Que un pajarito haga sus necesidades sobre ti no siempre significa que estás de suerte. Se sabe que en ciudades como Barcelona y Buenos Aires es común que alguien se acerque para informarte que tu ropa está sucia, y haciéndose pasar por buen samaritano, te ofrecerá ayuda para limpiarte... pero de todos los objetos de valor que poseas.

Evítalo: en ocasiones, desgraciadamente, lo mejor es ser un poco desconfiados. Si algún desconocido te ofrece su ayuda, es mejor rechazarla y hacer las cosas por ti mismo.

Cambio de identidades

Una técnica nueva e ingeniosa para aprovecharse de los viajeros es suplantar la identidad del conductor que los espera frente a las puertas de salida en los aeropuertos para llevarlos a su hotel.

Cuando el...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR