Recrean travesía por el inframundo

AutorMaría Eugenia Sevilla

La travesía por el inframundo de una doncella a la que le han cortado las manos para fortalecer su espíritu, es el mito hindú que recupera el montaje dancístico La doncella sin manos, de Regina Quintero, que comienza temporada este martes en el Teatro de la Danza.

La ruptura de la "ilusión del ego", creador de los demonios del espíritu, es la metáfora encarnada por las manos, que desde la perspectiva junguiana son un símbolo del yo-mismo, puesto que son la herramienta que permite al ser humano manipular el mundo, explicó la bailarina.

"En los mitos, el héroe es sometido a un acto sacrificial que le permite despojarse de estructuras endebles e innecesarias para poder renacer", indicó la coreógrafa mexicana, quien encuentra en la danza un lenguaje que le permite convertir su cuerpo en vehículo de símbolos universales.

"Los mitos, como la mente, tienen una estructura espiral, no lineal; juegan con los ciclos de la vida, que van más allá del nacimiento-vida-muerte. Incluso muchos tienen la muerte como punto de partida".

Durante su viaje por el inframundo, la protagonista debe enfrentarse a un demonio, que es "la parte no redimida" de su propio ser, para encontrarse después con un fantasma que fungirá de guía. Finalmente, la doncella llega a reunirse con un rey que, de acuerdo con Quintero, simboliza en la psique femenina el valor.

"Me gusta recrear para el espectador lo que, sin nombrarlo, conoce, lo que sin saber intuye, porque formamos parte de una misma red de contenidos", señaló Quintero, quien en el montaje de una hora y siete minutos de duración comparte el escenario con el bailarín Oscar Ortiz.

La ambientación, que busca producir imágenes evocadoras, es lograda con música electrónica de sonidos étnicos y un video de los bailarines, dirigido por Mijail Vetter en un escenario orgánico, de cortezas arbóreas y flujos acuáticos, que es proyectado sobre los bailarines, que ejecutan sus movimientos frente a un ciclorama blanco que sirve de fondo al espacio escénico.

Quintero, quien radicó en Nueva York durante siete años, ha complementado su formación de bailarina de danza contemporánea con el estudio de la danza clásica Odissi de la India, país donde radicó...

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