Trazan camino de amor y lucha

AutorRicardo Vargas

Ever y Mayra son unos niños muy especiales. Él tiene 2 años y medio, ella 14, y ambos están venciendo los pronósticos que los médicos les dieron al nacer con respecto a su calidad de vida. Ever padece hidrocefalia y estuvo a punto de morir. A Mayra, un especialista le auguró que tendría una vida en estado vegetativo. Hoy, los dos acuden a escuelas que no son especiales y a pesar de sus discapacidades, están integrados a su comunidad y miran al futuro con mucha esperanza.

'Queremos que Ever sea feliz'

Ever camina con dificultad, aprieta sus manitas, sonríe, observa a su alrededor y puede decir algunas palabras, tiene dos años y medio, es un niño alegre... aunque tiene una discapacidad.

"Nosotros le dijimos a Diosito cuando él estaba muy grave, que como nos lo quisiera dejar, pero que nos los dejara y así fue, nos lo dejó con una hidrocefalia", cuenta María Janett Juárez, mamá del pequeño.

Concebir a Ever no les fue fácil, tardaron más de 5 años intentándolo, incluso recibieron tratamientos de fertilidad, deseaban tener un hijo y, a pesar de que su embarazo iba muy bien, a los 8 meses se complicó y tuvieron que adelantar el parto.

"Fue un poco difícil porque porque uno cree que esas cosas no te van a pasar, es muy diferente que lo veas cuando lo viven otras personas a que lo vivas", recuerda María Janett con lágrimas en los ojos mientras su esposo le toma la mano.

La hidrocefalia que sufría Ever fue tratada a tiempo, por tanto los pronósticos son favorables, incluso tiene la posibilidad de alcanzar una función intelectual normal.

Desde recién nacido el pequeño se enfrentó a una vida complicada, pues estuvo 15 días con respirador artificial, lo intervinieron quirúrgicamente en dos ocasiones y, desde el mes y medio de nacido acude a terapias de rehabilitación en el CRIT de Tlalnepantla, Estado de México.

Su padre, Everardo Martínez, explica que las operaciones a las que fue sometido Ever eran necesarias por que su hidrocefalia estaba haciendo que su cabecita creciera un centímetro por semana y, de continuar sin una válvula, la presión del líquido sobre su cerebro podría haberlo matado.

Y aunque sus padres saben que existe la posibilidad de que Ever no pueda desarrollarse al 100 por ciento física e intelectualmente, se han propuesto un objetivo común: "queremos simplemente que Ever sea feliz".

Así lo dijo

"Lo que él quiera hacer lo vamos a apoyar, pero eso sí, que sea una persona de bien, que sea una persona productiva, útil para la sociedad...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR