Triunfa Barrichello muy al estilo Ayrton

HOCKENHEIM, Alemania (AFP).- Rubens Barrichello subió al escalón más alto del podio del Gran Premio de Alemania, ayer en Hockenheim, y por primera vez desde la desaparición de Ayrton Senna, el 1 de mayo de 1994, el himno brasileño volvió a sonar en un circuito de Fórmula Uno.

Con la vista hacia el cielo, haciendo la señal de la cruz con la mano derecha, la bandera brasileña en la izquierda, Barrichello sólo pudo dar rienda suelta a su emoción. Entre la inmensa alegría, con un toque de humor al 'dirigir' el himno italiano que saludó el triunfo de Ferrari, y la emoción, que lo hizo estallar en lágrimas.

A sus lados, Mika Hakkinen y David Coulthard se unieron al ambiente festivo. El finlandés palmeaba amistosamente la cabeza del brasileño, antes de que el escocés diera la señal a su compañero de escudería para levantar en andas, sobre el mismo podio, al vencedor. Ya en la llegada, los pilotos de McLaren-Mercedes fueron los primeros en acercarse al monoplaza del 'cavallino rampante' para felicitar a Barrichello.

Desde hacía muchos años que el piloto de Sao Paulo soñaba con ganar un Gran Premio y mostrarse digno de la confianza que había puesto en él en sus comienzos, alguien tan prestigioso como Ayrton Senna da Silva.

"Dedico esta victoria a Senna. El me está escuchando allá arriba. Esta victoria es el mejor medio de agradecerle todo lo que hizo por mí", declaró Barrichello, con un nudo en la garganta.

Fuera de carrera por tercera vez consecutiva, en la primera vuelta, al igual que en Austria, esta vez por un choque con el italiano...

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