El trópico húmedo en el noreste mexicano
Autor | Salatiel Barragán |
El Cielo toma su nombre del rancho con el mismo nombre, establecido a principios del siglo pasado, y que desde la década de los 30 funcionó como estación científica para investigadores y estudiantes de la Universidad de Texas, lo cual también contribuyó a la creación de la actual reserva. Toda el área está formada por diversos microclimas, donde conviven especies vegetales y animales del trópico mexicano y de las zonas templadas de Norteamérica, y se considera el área con la vegetación tropical más nórdica de México y América.
La reserva comprende importantes ecosistemas como selva tropical subcaducifolia, bosque mesófilo de montaña o de niebla, bosque pino-encino, y matorral xerófilo. Esta alta biodiversidad se debe a factores como su ubicación geográfica, la variación climática y una abrupta topografía que, en pocos kilómetros, sube desde 200 a 2 mil 300 msnm. Por el norte dominan los desiertos, y por el sur las selvas: es una región donde estos ambiente originan una enorme riqueza natural, pues la vegetación tropical se confunde con la de tierras frías y el desierto. Al menos tres climas predominan: en las partes bajas el clima cálido, en las medias el clima es menos cálido pero húmedo, y en lo alto de las montañas es templado.
En esta región del noreste, sus microclimas son resultado de los vientos y temporales del este y sudeste que aportan humedad desde el Golfo de México, que al chocar con la barrera natural formada por estas serranías originan el verde intenso en la pendiente oriental y ambientes secos por el occidente. El Cielo, posee selva baja y mediana, donde la humedad, lluvias y niebla casi permanente han favorecido un ecosistema único: el bosque nuboso está en la parte media de las montañas, con plantas que cubren los árboles y cada espacio es ocupado por palmas, lianas, helechos, musgos y más de 40 especies de orquídeas. En la parte templada, está el bosque mixto de pinos, encinos, arces y liquidámbar, y por el oeste yucas, agaves y cactus crean un contraste semidesierto.
Las rarezas vegetales adaptadas al rigor climático de esta tierra limítrofe entre el calor y el frío, incluyen al antiguo arbusto de Podocarpus, la colorida Pata de Vaca y una Magnolia; en pocos kilómetros se pasa de la selva al bosque, y después al matorral desértico. Es un paraíso natural, porque la fauna reúne a todas las especies de felinos existentes en el país. Además, es hábitat de mamíferos, como venado, oso, zorra, mapache, zorrillo, jabalí...
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