Ultraderecha y xenofobia en Europa: El resurgir del nazismo

AutorPeter Katz

Mucha gente se pregunta: ¿Cómo es posible que grupos neonazis surjan en Alemania, 55 años después de la derrota del nazi-fascismo? Ahora son grupos pequeños. Jóvenes con la cabeza rapada desfilan por las calles de varias ciudades alemanas, gritando consignas y portando banderas. Llevan símbolos de la Alemania nazi como la swástica. Pero también cometen excesos. Por ahora, es más la gente que se manifiesta en su contra que los que les aplauden.

A estos jóvenes se les conoce como skinheads, cabezas rapadas. Son generalmente jóvenes de entre 16 y 25 años de edad, quienes no han encontrado trabajo o no quieren trabajar. Jóvenes desalineados que no han encontrado su lugar en la sociedad. Existen grupos similares en otros países europeos. El problema no es sólo de Alemania.

Grupos políticos de extrema derecha, xenófobos y antiextranjeros han surgido en Francia (Jean Marie Le Pen), en Italia (Gianfranco Fini) y en Austria (Joerg Haider). Estos partidos políticos han logrado ganar escaños en sus respectivos parlamentos, en elecciones democráticas. Se han aprovechado y se han beneficiado de los sentimientos que mucha gente abriga contra los trabajadores extranjeros.

En los países arriba mencionados, estos partidos extremistas han ganado fuerza continuamente. Nada espectacular, pero en cada elección reciben más votos que antes. El Freiheitspartei de Joerg Haider, en Austria, recibió el 27 por ciento de votos en las elecciones nacionales de 1999. Es el porcentaje más alto que haya obtenido un partido de la extrema derecha en la Europa de la posguerra.

El nacionalsocialismo que estos jóvenes invocan ha sido la peor desgracia para el pueblo alemán y para la humanidad. El mayor cataclismo que se haya sufrido en tiempos modernos. Probablemente el nazismo y el comunismo han sido la peor desgracia para los humanos, en latín gens, en la larga historia de la civilización.

El total de pérdidas humanas entre soldados y civiles de los dos bandos fue de 52 millones de muertos. Este número espeluznante cubre el periodo comprendido entre 1933 y 1945, la Segunda Guerra Mundial, incluyendo las pérdidas de vida en el Pacífico.

El número de muertos equivale a la población total de Francia en 1939.

Dentro de los 52 millones están los 6 millones de judíos que fueron sacrificados por los alemanes, en forma artera y sistemática.

El ascenso de Adolfo Hitler

¿Qué es lo que pasó en Alemania después de la Primera Guerra Mundial y cómo es que escaló Adolfo Hitler el poder de esta nación en 1933? Alemania perdió la guerra. Se firmó la rendición incondicional en 1918. El mariscal Foch dictó las condiciones de alto de fuego. Es interesante notar que el tratado de la rendición se firmó en un vagón de ferrocarril francés. Este vagón fue utilizado 22 años después por Hitler en 1940, quien era ahora el vencedor de la orgullosa Francia para firmar el alto de fuego y capitulación con el mariscal Phillipe Petain.

Alemania durante los siglos XIX y XX era un faro de luz para la civilización. Universidades de renombre, investigadores, científicos, filósofos de rango mundial, escritores, periodistas, compositores, autores y directores de teatro e inventores. La...

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