'Lo único que sé hacer es escribir'
| Autor | Andro Aguilar |
FOTO: ROBERTO ANTILLÓN
Una madrugada de 1991, Fernanda Melchor (Veracruz, 1982), con nueve años de edad, esperaba ansiosa que en el cielo de una de las playas de Boca del Río reapareciera un supuesto OVNI. Supo después que sus tripulantes no eran extraterrestes, sino traficantes a bordo de una avioneta proveniente de Colombia.
Tiempo después, la escritora retrató la génesis del narcotráfico en su entidad.
"Quería hablar del Veracruz en que crecí, de las historias que conocí. Cómo la ciudad se fue transformando hasta llegar a tener balaceras y granadazos en las calles", cuenta.
Aquí no es Miami (Literatura Random House) es la reedición de un compendio de relatos sin ficción que intentan compartir los claroscuros de Veracruz con su belleza y alegrías muy particulares, pero también su sordidez.
"Es como el prólogo de la debacle", dice.
La mayoría de los textos, explica la autora, fueron escritos durante la gubernatura de Fidel Herrera Beltrán, de 2004 a 2010.
"Estas crónicas podrían decirse que son como del Fidelato. Fueron escritas en ese periodo, con todos sus excesos. Son 'las crónicas de la plenitud del pinche poder'. Una época muy triste de Veracruz. Sigue siéndolo, aunque quizá ya no tanto... Ahora ya hay madres organizadas para buscar a sus desaparecidos, por ejemplo. Algo impensable hace cuatro años...".
'SOMOS TODOS'
En la obra publicada originalmente en 2013 en una editorial independiente, son abordados tanto personajes legendarios del puerto de Veracruz, como anónimos que se incorporaron al escenario de violencia.
Melchor pone énfasis en la cotidianeidad de los veracruzanos. Describe sus costumbres, su creencia en la brujería, la vida en los muelles con oficios que se heredan entre generaciones o historias de personas tristemente célebres, como Evangelina Tejera, reina de belleza recordada después por haber descuartizado a sus propios hijos.
Pero los relatos retratan principalmente el origen de la violencia que azota a Veracruz en la actualidad. Entre la selección de crónicas, se halla la historia de una mujer que no logra conciliar el sueño desde que una balacera a unos metros de su vivienda la despertó una madrugada. También, cómo se transformó una zona del puerto veracruzano conocida como el cinturón del vicio, el cambio en la oferta de sus drogas y los nuevos dueños del negocio.
En la crónica Veracruz se escribe con Zeta, Melchor ilustra con viñetas la relación de los jarochos con las actividades del cártel y su...
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