Sufren unidades deterioro: Abandonan los edificios a su suerte

AutorBlanca Estela Botello

Edificios descarapelados, áreas comunes invadidas, jardines secos, estacionamientos enrejados, basura, vandalismo y drogadicción son características de la Unidad Habitacional El Rosario.

Construida en la década de los 70 en el extremo noroeste de la delegación Azcapotzalco, El Rosario hoy padece el descuido y falta de atención por parte de habitantes y autoridades delegacionales.

Con una superficie total de 169.21 hectáreas, hasta 1997 tenía 28 mil 297 habitantes, según el Programa Delegacional de Desarrollo Urbano.

Los edificios, que son de tres y cinco niveles de altura y con 8 y 16 departamentos cada uno, están envejecidos y carecen en su mayoría del 35 por ciento de área libre que establece el programa delegacional.

En lo que antes fueron jardines hoy existen restaurantes improvisados de comida casera, tiendas o extensión de los departamentos; donde antes había pasto hoy hay tierra y basura.

Algunas luminarias están rotas y las ratas se pasean entre uno y otro edificio.

A decir de los vecinos, los principales problemas que enfrentan son drogadicción y vandalismo, siendo los puntos conflictivos las explanadas conocidas como "Palomares", "El Cuadro", "Las Brujas" y "El Parián".

El suministro de agua es interrumpido de las 14:00 a las 16:00 horas y de las 22:00 a las 5:00 horas y la vigilancia es escasa, apenas cinco policletos para toda la unidad.

Caminar entre las calles Anáhuac, de las Culturas, Pescadores e Impresores es hacerlo entre basura, banquetas agrietadas y grasientas y algunos autos que, al estar sobre la banqueta entorpecen el andar del peatón.

En toda la zona, apenas si se perciben cuatro edificios recién pintados; según los vecinos el trabajo se hizo con recursos que otorgó el Gobierno de la ciudad como parte del programa de rescate de unidades habitacionales, pero no alcanzó para toda la unidad.

En el edificio Luis González Obregón, hay dos restaurantes de comida casera instalados en lo que antes eran jardines. Sillas y mesas de plástico, refrigerador, estufa y fregadero fueron acondicionados por los habitantes de un departamento, sin que el resto de los vecinos protestara, dijo una habitante de dicho edificio.

Algunas viviendas, además, fueron acondicionadas como estéticas, tiendas, papelerías y consultorios.

Los lunes, miércoles y viernes se instala un tianguis que, si bien recoge la basura, el olor a alimentos y las manchas de mugre quedan.

Cada quien su pedazo...

Alma Ruth Rodríguez, habitante del edificio Federico...

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