Universidad Nacional: Una tormenta se asoma

AutorAntonio Trejo y Alberto González

Los legisladores toman la palabra

Senadores formulan los temas que, a su juicio, debe abordar la reforma universitaria: redefinir autonomía, modificar formas de gobierno, transparentar uso de recursos y dar pie a la creación de una ley general de educación superior.

Ante el llamado del rector Juan Ramón de la Fuente a debatir la Ley Orgánica de la UNAM, los legisladores toman la palabra.

Redefinir el concepto de autonomía, democratizar las formas de gobierno internas y hacer más eficiente la rendición de cuentas de la UNAM hacia la sociedad son los puntos principales que, a juicio de los senadores y diputados que integran las comisiones de educación del Congreso, deberán necesariamente incluirse en la agenda de la reforma universitaria.

El principal reto será lograr el consenso entre la visión del Poder Legislativo -único facultado para modificar la principal normatividad de la UNAM- y de la comunidad académica, que planteará la reforma en el Congreso Universitario cuya preparación ya está en marcha.

La coincidencia entre José Natividad González Parás (PRI), Marco Antonio Adame (PAN) y Armando Chavarría (PRD), integrantes de la Comisión de Educación y Cultura del Senado de la República, es que sí es necesaria una reforma al marco normativo de la UNAM.

Autonomía no es extraterritorialidad

El 14 de mayo, De la Fuente expresó que la realización del Congreso Universitario abrirá una oportunidad para revisar y actualizar la Ley Orgánica de la institución, bajo la premisa del respeto incondicional a la autonomía por parte de los legisladores.

Pero es precisamente en torno al concepto de la autonomía donde estos últimos prevén que se desarrollará el debate principal.

"Es muy importante", explica el priista González Parás, "que se redefina la autonomía universitaria a nivel nacional y no sólo en la UNAM. Que el concepto se modernice, que establezca en su conjugación práctica criterios claros..."

"Autonomía no significa espacios de libertinaje total para que grupos minoritarios hagan de la Universidad un escenario de impunidad y la conviertan en un botín de unos cuantos", advierte.

El concepto, agrega el también presidente de la Comisión de Educación senatorial, tampoco remite a la autarquía o la desvinculación de "los grandes objetivos nacionales".

Adame Castillo, secretario de la Comisión, señala que la autonomía ha sido utilizada, a menudo, en beneficio de intereses que no corresponden con el compromiso social de la Universidad, lo que ha provocando su aislamiento.

"Se ha confundido autonomía con extraterritorialidad. Esto tiene que ver con posiciones -las llamo maximalistas- que pretenden que ese autogobierno se convierta en una autonomía que va más allá de la que le corresponde a su objeto social. Me parece que en nombre de ella se ha violentado muchas veces el estatuto universitario y se han fincado una serie de movimientos que han convertido a ese espacio universitario, particularmente el de la UNAM, en un coto de impunidad", añade.

El Congreso de la Unión debe respetar la autonomía universitaria y aprobar una iniciativa de Ley que emane del consenso de los propios universitarios, considera a su vez el perredista Armando Chavarría.

Para el diputado federal priista Enrique Meléndez, presidente de la Comisión de Educación Pública, la autonomía universitaria "no está a discusión", aunque reconoce que será necesario someter a un proceso de análisis la propuesta de reforma que les envíe el Congreso Universitario.

Las lagunas de la ley

Los senadores de las tres principales fuerzas políticas del país coinciden en que es necesaria la revisión de la Ley Orgánica de la UNAM.

"La propuesta de actualización y reforma al marco normativo de la UNAM resulta una acción impostergable y para nosotros es un asunto prioritario dentro de las políticas públicas en educación", asevera Adame. La actualización, define el senador panista, estaría orientada a fortalecer el concepto de autonomía para dotar de mayor "solidez y claridad" a las autoridades de la UNAM.

A su juicio, la Ley Orgánica "da para un sinnúmero de lagunas, que mantienen a la Universidad al acecho de una serie de intereses, muchas veces extrauniversitarios. Se trata de dar un paso hacia una mayor claridad y precisión en la legislación vigente".

El perredista Armando Chavarría califica de "poco correcto e inadecuado" que los congresistas propongan e impulsen iniciativas de reforma a la Ley Orgánica de la UNAM sin tomar en cuenta las opiniones de los universitarios, en referencia al proyecto presentado en la legislatura pasada por el diputado de su propio partido, Pablo Gómez. Sin embargo, se dice convencido de que la máxima normatividad de la UNAM requiere una actualización en el mecanismo de toma de decisiones.

"Tiene que haber una consulta más amplia, incluso en la elección del rector. Ya no es un asunto de sólo 15 notables, que son los que componen la Junta de Gobierno, sino que debe haber una consulta que incluya a investigadores, profesores y a los propios alumnos", asegura.

Natividad González señala que un requisito previo para modificar la legislación universitaria, o considerar la desaparición de la Junta de Gobierno, es contar con una...

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