A las urnas, bajo fuego

AutorJésica Zermeño

Apesar de ser el estado en el que se puso en marcha el primer operativo conjunto de seguridad y el primer intento por identificar y castigar la narcopolítica, en Michoacán la gobernabilidad sigue pautada por el crimen organizado y las elecciones del próximo 13 de noviembre se celebrarán en condiciones adversas.

La presencia de las fuerzas federales de seguridad es una constante en la entidad. Apenas el 9 de julio pasado, mil 800 elementos de la Policía Federal fueron enviados para reforzar los trabajos de vigilancia del territorio, que se disputan hoy La Familia y una escisión de ésta, Los Caballeros Templarios. Pero el patrullaje del Ejército y la Policía Federal no ha sido suficiente para frenar los narcobloqueos, las extorsiones a sectores productivos (como los aguacateros), las ejecuciones, la amenaza y ataque a autoridades municipales y los retenes instalados por el narcotráfico para delimitar territorios. Hoy existen zonas de riesgo en las que hacer campaña es prácticamente imposible.

El control territorial del crimen organizado, el caso Julio César Godoy y, sobre todo, el Michoacanazo encendieron alarmas en la sociedad civil.

Si bien la PGR no pudo comprobar las acusaciones contra los 35 funcionarios detenidos entre mayo y septiembre de 2009 -seis alcaldes del PRI, tres del PRD, dos del PAN y dos de coalición, más una veintena de funcionarios estatales y municipales-, hay una gran preocupación social de que el crimen se infiltre en los próximos comicios.

El 14 de marzo pasado apareció en medios locales un desplegado respaldado por el Consejo Coordinador Empresarial, el Consejo Michoacano de Hombres de Negocios y la Fundación Ciudadana para el Desarrollo Integral de Michoacán -que agrupan las principales cámaras empresariales locales-, en el que se demandaba a los partidos buscar un acuerdo para logar una candidatura única y de unidad, que fuera avalada también por la sociedad civil.

Los empresarios advertían que sólo así se podría conformar un gobierno que permita mejorar las condiciones actuales de la entidad.

Tras el llamado, los dirigentes nacionales del PRI, PAN y PRD se reunieron en la Ciudad de México el 25 de mayo y acordaron que explorarían la posibilidad de una candidatura de unidad. En el encuentro estuvo presente también el gobernador Leonel Godoy.

Al final, la candidatura única no prosperó, pero los partidos acordaron generar una plataforma electoral común en por lo menos ocho puntos.

Frente a la situación de violencia...

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