Va contra la xenofobia

AutorLourdes Zambrano

Las historias, no la historia, sobre la Segunda Guerra Mundial parecen no acabarse nunca. Siguen apareciendo capítulos desconocidos para el mundo o para una parte de él.

El español Mario Escobar se decidió a escribir una novela, Los niños de la estrella amarilla, editado por Harper Collins, sobre el oasis para los niños judíos de la Francia ocupada que fue el pueblo montañoso del sureste de ese país Le Chambon-sur-Lignon.

"Ésta es una historia de coraje, del poder de la gente común y corriente, de resistencia civil pacífica. Cómo sin usar un arma fueron capaces de salvar a más personas que en otros sitios donde sí se usó la violencia", cuenta.

Al autor le saltó la pregunta de por qué habían decidido dar refugio a niños judíos en esta comunidad de Francia y no en otras. Fueron capaces de ayudar a sobrevivir a 5 mil niños.

Para llegar hasta Le Chambon-sur-Lignon, Escobar escogió los ojos de Jacob, de 12 años, y su hermano Moisés, de 8, dos niños que tuvieron que cruzar la Francia ocupada por los nazis en busca de sus padres, en los primeros años de la guerra.

"Una generación entera perdió su infancia por la guerra", reflexiona el autor.

De París, en donde vivían los niños, hasta el pueblo, los protagonistas se toparon con diferentes tipos de personas con los que Escobar quiso exhibir las actitudes que adoptaron los franceses frente a la guerra, desde ser delatores de sus propios vecinos, ser sus verdugos, sus captores o aliados de los nazis.

Pero también ser sus...

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