Valencia siempre guapa

AutorCarla Guerrero

REFORMA / Enviada

VALENCIA.- En España hay un secreto a voces. Se dice que Valencia se puso guapa. Que dejó atrás los años de abandono de sus calles y edificios para convertirse en una dama de vestido vanguardista que porta un listón celeste de mar Mediterráneo.

Las envidiosas de Madrid y Barcelona la miran con recelo. Los viajeros la han adoptado en su ruta porque conjunta en sus rincones el bullicio de la marcha madrileña con el desarrollo arquitectónico que tuvo Barcelona por su Antoni Gaudí. Valencia, en cambio, tuvo a su Santiago Calatrava, arquitecto que le diseñó una Ciudad de las Artes y las Ciencias de estilo contemporáneo, que domina el paisaje urbano de la parte moderna.

No basta un mapa para poder conocerla. A Valencia se le vive, se le camina... y se le come. Todo esto bajo la complicidad de un sol de verano que se oculta hasta las 10 de la noche.

En cualquier ruta que tomes, siempre hallarás a sus habitantes y viajeros con pose vagabunda, renuentes a quedarse encerrados en las paredes de sus casas u hoteles, dispuestos a caminar por su centro histórico, o bien ir a sus restaurantes, horchaterías y parques.

Su red de avenidas rápidas y modernas conectan con los barrios Gótico y Del Carmen de la parte antigua, y un aeropuerto internacional recibe vuelos diarios provenientes de Madrid, la celosa. La belleza valenciana aún es más evidente cuando se camina por su centro histórico, uno de los más amplios de Europa. Está delimitado por las torres de Serranos y las de Quart, que eran las puertas de la ciudad amurallada del siglo 13 que Jaime I de Aragón rescató de los musulmanes.

Camina por su laberinto de calles angostas y edificios con balcones de herrería que evocan los espacios medievales de enamorados y juglares. Desembocarás en plazas como la de la Reina y la de Manines, rodeadas de conventos y casas que casi siempre estarán vacías.

La gente seguirá en las calles, comiendo una paella en La Pepica, de compras en el Corte Inglés o soltando algún piropo en valenciano para la "guapeza" de su dama.

Ten cuidado con los cruces. Las calles cortas y las anchas se unen con semáforos peatonales que luego no se ponen de acuerdo para coordinar el transitar de las personas. Verde para la calle de la Paz, rojo para la calle de los Caballeros, y así.

Desde la plaza principal, el punto de...

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