Ven en ejecuciones la disputa de plaza

REFORMA / Redacción

La ejecución de nueve personas encontradas en el municipio de Anáhuac, en Nuevo León, se debió a la disputa por la plaza de Nuevo Laredo, Tamaulipas, iniciada tras la detención del líder del Cártel del Golfo, Osiel Cárdenas, consideró ayer la Procuradora Alida Bonifaz.

La funcionaria presumió que las víctimas podrían ser integrantes de un grupo secuestrado en Nuevo Laredo el martes por la tarde; sin embargo, las autoridades de Tamaulipas aseguraron que aún no hay elementos para corroborar dicha versión.

"Todo parece indicar que este homicidio múltiple fue perpetrado a consecuencia del reacomodo del Cártel (del Golfo), que estaba operando en Tamaulipas y que con la aprehensión de Osiel Cárdenas se está disputando la plaza de Nuevo Laredo", dijo Bonifaz tras revelar que el caso será atraído por la PGR.

Todavía anoche, las investigaciones de la PGR de Nuevo León y Tamaulipas no podían establecer en qué estado fueron cometidas las ejecuciones.

Cuatro cuerpos estaban en una camioneta en el paraje La Jarita, y los otros cinco en otra camioneta, en la Congregación Colombia. Las dos camionetas tienen reportes de robo en San Antonio y Laredo, Texas.

Bonifaz indicó que los ejecutados tenían el tiro de gracia, al menos uno de los nueve fue torturado y dos tenían los rostros irreconocibles por las heridas de bala. Seis estaban esposados.

Sólo uno de los ejecutados fue identificado como Manuel Estrada Salazar, de 23 años, con domicilio en Nuevo Laredo. El padre de la víctima lo reconoció por los tatuajes que tenía el cuerpo.

Fuentes extraoficiales de la PGR afirmaron en días pasados haber desplegado una vigilancia especial en los municipios de China, General Bravo, Linares, Sabinas Hidalgo y Anáhuac, ante el temor de una ola de violencia por la detención del Osiel Cárdenas.

El primero de los hallazgos se realizó alrededor de las 5:10 horas por la Policía Ministerial y la de Anáhuac, tras el reporte de personal de una compañía ferrocarrilera que alertaba sobre una camioneta abandonada en un paraje conocido como La Jarita, en los límites de Tamaulipas con Nuevo León.

Los policías encontraron en una loma, entre las vías del ferrocarril y la carretera a Nuevo Laredo, una camioneta con placas de Texas, y en la caja del vehículo estaban los cuerpos de cuatro personas ejecutadas.

Según informes de agentes ministeriales, los individuos -con edades que iban de los 18 a los 34 años- tenían el tiro de gracia y uno estaba esposado.

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