Ven en las marcas sinónimo de calidad

AutorRebeca Céspedes

Cuando recorre los anaqueles del supermercado la elección del producto a comprar está en función del precio, vistosidad del empaque o de las características nutrimentales que marca el etiquetado. Los criterios son diversos, pero la tendencia del consumidor se inclina cada vez más porque los productos cumplan con los estándares de calidad.

"Hoy, el consumidor es más activo, si la empresa ha traicionado alguna vez la confianza del consumidor obviamente el consumidor tiene memoria, por eso la empresa debe mostrar consistencia ante él y así se va a casar con esa marca como sinónimo de calidad", afirmó Jorge Gordillo, director de operaciones de Parmalat México.

Pero más allá del referente "marca", en México los productos deben someterse a una serie de procesos internos de control de calidad antes que salgan al mercado. La Norma Oficial Mexicana 051 establece la obligatoriedad de la etiqueta como radiografía del bien a expender.

Una vez en el mercado, puede ser sometido a los análisis aleatorios a la calidad que efectúa el Gobierno federal. De no cumplir con lo señalado en su etiqueta puede ser sujeto a medidas preventivas de inmovilización del producto o sanciones que van desde 20 a 20 mil salarios mínimos, según la Ley Federal sobre Metrología y Normalización.

"La mayoría cumple aunque sea parcialmente (con el etiquetado), desgraciadamente no tenemos esa costumbre como consumidores de checar eso, simplemente por el servicio que nos da juzgamos más que por otra cosa", opinó Jorge Loyola, coordinador general del Comité del Planeación para el Desarrollo, COPLADE, del Estado de Guanajuato.

Quién Vigila la Calidad

En México, la primera cabeza visible que evalúa la calidad de los productos que podemos encontrar en una tienda de autoservicio es la Procuraduría Federal del Consumidor, Profeco.

Esta dependencia con técnicas de muestreo aleatorio realiza estudios de calidad periódicamente a familias de productos.

Miguel Angel Gutiérrez, subprocurador de Verificación y Vigilancia, reconoce que ni la Profeco ni alguna entidad a nivel mundial tiene la capacidad de verificar el 100 por ciento de productos que se exhiben en el mercado formal, abocándose entonces a los de mayor consumo.

En un supermercado pequeño hay de 10 a 15 mil productos. Existe una selección natural por parte del comprador, comentó, donde la competitividad decidirá quien permanece y quien no en el mercado.

De la Secofi depende la Dirección General de Normas encargada de precisar todas las...

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