Venden en Edomex ganado sin control

AutorArturo Espinosa

ALMOLOYA DE JUÁREZ.- Borregos con infecciones, burros con tumores o caballos con heridas expuestas son parte de lo que se puede comprar en el tianguis ganadero de San Bernabé.

En este tianguis están lejos de aplicarse las leyes federales que se refieren a la sanidad animal, al equilibrio ecológico y a la protección al ambiente, en donde se establece la obligación del trato digno a los animales.

Y es que, en el lugar no sólo se venden animales enfermos o heridos, sino que ahí mismo los sacrifican y es común ver sus cadáveres hinchados y con las vísceras expuestas, lo que contraviene la norma NOM- 024-ZOO-1995.

En los corrales se confina a animales sanos con el ganado que presenta lesiones, traumatismos, fracturas, heridas o gusaneras.

Para trasladarlos al lugar donde los exhiben, los animales son golpeados y obligados a caminar con patas fracturadas o con heridas que lucen a carne viva.

Además, el tianguis no cuenta con rampas apropiadas de desembarque, por lo que las patas de los animales se fracturan constantemente.

"El problema es cuando bajan de los camiones, sus patas se atoran entre la plataforma y el camión y se rompen.

"Como todos bajan al mismo tiempo, algunos se aplastan entre ellos y ya no se puede hacer nada", platicó don César, quien explica que sólo a garrotazos consiguen movilizar al ganado.

A las reses les doblan y hasta les rompen las colas con tal de que se muevan o les dan toques en los genitales, lo que les causa altos niveles de estrés, vulnerando la norma NOM-033-ZOO-1995.

El mercado se instala todos los lunes en el kilómetro 17.5 de la carretera libre Toluca-Ixtlahuaca, y su principal actividad es la compra y venta de pollos, gallos, guajolotes, toros, vacas, burros, caballos y mulas.

El maltrato más evidente está en los llamados "corrales de desecho" lugar donde los animales se venden para ser llevados directamente a los rastros.

En un recorrido por el lugar el pasado 18 de febrero, fue necesario sortear dos burros tirados en el suelo para ingresar a este tipo de corral.

Uno de ellos estaba ya muerto y lleno de heces de los demás animales, el otro aún con vida, tenía la mitad del cráneo partido, estaba sangrando y respiraba con dificultad.

"No me aguantó al bajar del camión, a ver si le puedo sacar una lanita", explicó el dueño del animal quien tiene uno de sus pies arriba del...

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