VENTAJA COMPETITIVA / Los mataron entre varios

AutorFrancisco Fernández-Castillo

La noticia reciente del camión que este mes se llevó por delante 10 vidas y causó cerca de otros 17 heridos me llena de profunda desazón más allá, por supuesto, de la tristísima pérdida de vidas humanas. Los años de cárcel que la conductora habrá de pagar distan mucho de ser solución a un problema que, de continuar enfocándose así, se seguirá repitiendo inexorablemente. El desdén de la conductora o su falta de pericia son la menor de las causas. Así, antes que la responsabilidad de la conductora, ésta debería recaer en la empresa dueña del camión, los legisladores, la autoridad carretera y la compañía de seguros. Todos ellos tienen herramientas mucho más eficaces que las que pueda tener una trabajadora más o menos consciente de sus actos y consecuencias.

Pongo en duda la versión de que el camión circulaba a 166 kilómetros por hora. Dadas las curvas que preceden a la recta en donde ocurrió el accidente, es difícil alcanzar esa velocidad incluso con un coche, menos aún con un camión cargado. Pero la realidad es que el accidente que se provocó hubiera sido igual de fatal si el camión hubiera circulado a 100 kilómetros por hora.

Un camión de esas dimensiones y con esas cargas no puede circular en tráfico urbano a esas horas. Eso es algo que está regulado así en la mayoría de las ciudades del mundo. A partir de 3.5 toneladas de peso, los camiones no pueden circular más que en horas de madrugada, esto es, entre 2 y 5:30 de la noche. Si una carga, por sus características, ha de ser repartida con anterioridad, deberá de hacerse en camiones más pequeños. El riesgo potencial que suponen estos vehículos unido al tráfico que originan en horas punta, hacen a estas unidades no aptas para las ciudades. Esta situación depende del legislador (regidor) presentarla y de la autoridad hacerla cumplir. Y las multas de su incumplimiento deberían pagarlas las empresas dueñas de los camiones o de la carga y no sus conductores, que, casi siempre, cumplen órdenes. Sólo así, se garantizaría el éxito.

Las empresas dueñas son también responsables de que el camión esté en perfectas condiciones, particularmente el sistema de frenado y el motor, que son los sistemas que más afectan al resto de los vehículos que circulan por las vías. Para ello es necesario imponer inspecciones a estas unidades cada tres meses siendo las unidades de inspección las que deben avalar el correcto estado de dichas unidades.

Las multas por incumplir horarios e inspecciones...

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