Viajando ligero / Las chicas de Harvey

AutorJimm Budd

Al visitar alguno de los parques nacionales en los Estados Unidos es probable que te encuentres con el nombre Fred Harvey.

El Gran Cañón, por ejemplo, tiene su Fred Harvey Trading Company. También hay hoteles Harvey House, autobuses turísticos denominados Harveycars y muchos servicios más.

Sería fácil no prestar atención, pero Fred Harvey resulta todo un personaje.

De origen inglés, este hombre parece haber inventado lo que hoy se considera la mayor contribución de Estados Unidos para la gastronomía internacional: la comida rápida.

Quizá, por eso, su nombre podría vivir en el descrédito, pero quizá hizo más que cualquier otra persona para conciliar, civilizar y poblar los estados occidentales de la ahora Unión Americana.

Lo hizo con las Chicas Harvey. Todo se produjo con lo que podría llamarse una casualidad.

Al llegar a Nueva York, a finales de la década de 1870, Harvey -aún un adolescente- encontró trabajo en un ferrocarril, era la época en que los rieles se estaban extendiendo hacia el Pacífico. Viajar en tren resultó ser una mejora considerable en comparación con hacerlo en diligencia, pero en varios asuntos todavía había mucho que desear. Buena comida, por ejemplo.

Esos hombres malhumorados y armados, tan frecuentemente representados por Holly-wood, probablemente estaban molestos porque tenían que pasar mucho tiempo sin nada decente que comer.

Fred Harvey convenció a la gerencia de la línea de Santa Fe que le permitiera abrir una cadena de restaurantes cada 100 millas a lo largo de la vía férrea.

Los trenes debían detenerse -por agua o para realizar reparaciones- esa distancia más o menos. ¿Por qué no dar a los pasajeros buena comida mientras esperaban? Algo mejor que un guiso de ardillas. Las órdenes se tomaban en el tren y se telegrafiaban por adelantado para que el desayuno, comida o cena estuvieran listos al llegar los pasajeros. Así nació la comida rápida. Pero también casi murió.

Resultó que la mano de obra que Harvey reclutó para camareros, mozos y lavaplatos no fue la ideal.

En su primera visita de inspección descubrió que la mayoría de su fuerza laboral estaba borracha o en plena...

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