Viajando Ligero / Felices vacaciones
| Autor | Jim Budd |
Como tal vez estés planeando ahora unas vacaciones, este es un buen momento para pensar algo en tomar algunas precauciones. Reconoceremos que esta no es la parte más placentera de planear unos cuantos días fuera de casa, pero compáralo con la idea de empacar un paraguas aunque no esperes lluvia.
Si no va a quedarse nadie en tu casa, informa a tus vecinos que vas a salir de viaje. Pídeles que echen un ojo a tu casa o a tu apartamento y que recojan el correo y los periódicos que lleguen a tu puerta. Los ladrones prefieren trabajar cuando los demás están de vacaciones. Tal vez quieras invertir en uno de esos dispositivos electrónicos que prenden y apagan las luces, la radio y la televisión para dar la impresión de que todavía hay alguien en casa.
Saca un seguro. Si tu viaje es de esa clase en la que no hay devoluciones cuando por alguna razón no puedes viajar -y con frecuencia ni siquiera los boletos de avión son reembolsables-, el seguro aliviará la pena de la decepción. Lo inesperado llega a suceder. Haz planes sobre ello.
Lleva contigo un par de tarjetas de crédito por si se pierde una. Si vas a viajar al extranjero, cerciórate de que las tarjetas de crédito se puedan usar en el extranjero. El modo menos costoso de conseguir moneda extranjera es el uso de una tarjeta de crédito y un cajero automático. Hay un cargo por el servicio, pero es inferior a lo que cobran por cambiar divisas. Aun así, deberías invertir entre 500 y mil pesos en billetes menores de los países que vayas a visitar. Obtener esos billetes de banco directamente en México es menos costoso que comprar dólares para cambiarlos más tarde por euros o libras o yenes.
Cuando no sea probable que se vayan a necesitar por el momento, las tarjetas de crédito y los documentos deben llevarse en una bolsa debajo de la camisa o blusa, cualquier lugar que sea de difícil acceso para un ratero. Además, nunca pierdas de vista tu equipaje. Los viajeros son víctimas tentadoras. Tienen consigo muchas cosas de valor -cámaras, computadoras-, llevan más dinero en efectivo que la mayoría de los ciudadanos locales, y como extranjeros, no conocen el lugar y se confunden con facilidad. A los ladrones no les gustan las broncas y evitan cualquier posible víctima que les pueda meter en líos. Pórtate como alguien que busca líos.
El mayor de tus equipajes deberá tener ruedas. Las piezas menores pueden engancharse encima de la pieza grande. Acuérdate de fijar dos etiquetas con tu nombre, teléfono y dirección...
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