Viajando Ligero / Varsovia mira al futuro

AutorJim Budd

Mientras deambulas por las calles de Varsovia es probable que des con ofrendas de flores debajo de unas placas inscritas en lo que para los extranjeros es un ininteligible polaco. Pero todas llevan el año: 1944.

Las placas conmemoran a algún héroe o héroes caídos en el Gran Levantamiento de ese año, un acontecimiento del que tal vez no has oído hablar. A los propios polacos, hasta hace pocos años, se les aconsejaba no recordarlo, pero Varsovia entera se alza como un monumento a aquellos aciagos días. A raíz de ellos fue destruida la vieja ciudad. La capital polaca de hoy es nueva.

Una urbe nueva y algunos dirían que la más dinámica de lo que durante cerca de medio siglo fue la Europa comunista. "Es como si acabaran de soltarnos de la cárcel", me dijo un guía de avanzada edad. No todo el mundo está contento. En la cárcel, los detenidos reciben tres comidas al día y tienen un lugar donde dormir. Fuera de ella, nada de esto está garantizado.

La comida es lo que me atrajo a Varsovia. Desde que el Mazurka se abrió en la colonia Nápoles, seguida por el Rincón Polaco en la Del Valle, me he sentido fascinado por el país que sabe asar patos a la perfección y llenar los vasos de vodka hasta rebosar. Yo quise conocer el sitio por mí mismo. No me sentí decepcionado. Lo único que lamenté fue no tener tiempo para gozarlo más.

El lugar al que mandan a todo turista es Rynek Starego Miasta, la Plaza del Viejo Mercado, vagamente similar al Zócalo de la Ciudad de México, salvo que no tiene nada de viejo. Las estructuras de anticuado aspecto que sirven de telón a los numerosos cafés al aire libre fueron, como el propio Castillo Real, levantadas apenas en la década de 1950. Usando antiguos dibujos y pinturas, la gente de Varsovia reconstruyó su ciudad piedra a piedra.

De lo que sucedió te enteras en el Museo del Levantamiento, abierto hace menos de dos años.

La Segunda Guerra Mundial empezó cuando la Alemania nazi, y después la Unión Soviética, invadió Polonia en 1939. Los soviéticos deseaban recobrar algo de lo que había sido parte del Imperio Ruso. Los nazis deseaban nuevas tierras en las que pudiera asentarse su gente. Pretendían emular al pueblo de Estados Unidos que barrieron hacia el Oeste, aniquilando a los indios. Alemania barrería hacia el Este, aniquilando primero a los judíos y luego a los eslavos.

Los judíos, que componían un...

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