Viajando Ligero/ Sobre las olas

AutorJim Budd

"¿Se hundirá?"

Esa, según Carlos Enríquez, de Viajes Supersónicos, es una de las preguntas hechas con mayor frecuencia por los clientes que piensan en unas vacaciones a bordo de un barco de crucero.

Hace unas semanas busqué a Enríquez para averiguar qué hay de nuevo en estas embarcaciones. Al fin y al cabo, es uno de los viajes por placer preferidos por la gente.

Una vez instalados a bordo de un barco, los pasajeros pueden olvidarse de sus preocupaciones, ir de un lugar a otro sin desempacar y verse mimados y agasajados sobre la marcha.

Y no sólo es muy razonable el costo, sino que los precios están bajando.

"El exceso de capacidad se asoma en el horizonte", dijo Enríquez. "Los viajes en crucero se han popularizado tanto que cada año se construyen nuevos barcos. En muchos meses del año hay ahora más camarotes disponibles que pasajeros para ocuparlos".

Las cuotas van desde unos centenares hasta cientos de miles de dólares según el barco, los alojamientos y la duración del crucero. Los precios más bajos suelen encontrarse en cruceros cortos en septiembre, octubre y noviembre.

"Pero a la gente le preocupa los huracanes en esa temporada", explicó Enríquez. "Los capitanes ponen gran cuidado en evitar meterse en ellos; se esmeran en buscar mares calmados y tranquilos, quieren que sus pasajeros estén contentos y no que se mareen.

"Los cruceros gozan de especial popularidad entre las parejas que están en luna de miel," comentó. "El personal hace un esfuerzo especial por tratarlas bien, con la esperanza de convertirlas en clientes para toda la vida, y lo logran.

"Los viajeros en luna de miel regresan después como jóvenes matrimonios con hijos; saben que sus vástagos lo pasarán de maravilla a bordo de un barco. Es una gran aventura", añadió Enríquez.

Si bien muchos pasajeros son pensionados, los mexicanos de la tercera edad realizan pocos viajes en cruceros. En el futuro; sin embargo, las agencias de viaje esperan que sus jóvenes clientes casados sigan siendo clientes aun cuando ya no sean jóvenes y sus hijos ya no viajen con ellos. Para entonces, probablemente habrán explorado todas las islas del Caribe, la costa de Alaska, las islas griegas y los fiordos noruegos. En los años venideros, tal vez querrán dar una probada a los canales de Europa, la Península Gaspé de Canadá, la Antártica o el Río Yangtsé en China.

A quienes piensan realizar un crucero por primera vez, Enríquez...

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