Viajeros a la deriva

Vuelta y vuelta

Llorando y con manoteos, Miguel Angel González expone su situación al personal de Aeroméxico.

No se resigna a no poder volar a Tijuana, donde lo espera su madre para llevarlo a Los Angeles, donde radica.

Desesperado, exige una solución a uno de los supervisores de la aerolínea, quien con toda la calma del mundo le informa que no hay forma de ayudarlo.

"Es un prepotente. A un gringo en la misma situación no le llevó más de cinco minutos para que, sin pasar por la lista de espera, le dieran su pase de abordar en otra línea", reclama Miguel Angel, quien viajó a la Ciudad de México para pasar una semana con su padre.

"En Mexicana me dijeron que para irme el próximo sábado necesito un pin autorizado por Aeroméxico, pero la empresa se niega a dármelo por que qué tal si se resuelve el problema para entonces", agrega.

A Miguel Angel le negaron el viernes un voucher para hospedarse en un hotel. Se quedó a dormir en el Aeropuerto, en donde le robaron su chamarra.

Explica que ya se gastó más de 300 pesos en llamadas telefónicas para avisar a su madre que no llegaría.

Al final, le informaron que podía viajar ayer a las 14:00 horas.

"Le pedí de favor a un amigo que me cuidara mis cosas en su casa, me gasté el resto de mi dinero en tarjetas telefónicas para avisar que no llegaría, y al regresar al Aeropuerto para saber el día de mi vuelo me dijeron que si quería hoy (ayer) mismo a las dos de la tarde por Mexicana", relata.

Tour involuntario

Mientras su familia lo espera en Ciudad Juárez, el ingeniero Jaime Reyes, se paseaba por el Distrito Federal en un tour organizado por Aeroméxico y el Hotel Aeropuerto Plaza.

"Me sacaron al mediodía del hotel, que me...

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