'La vida por Norberto'
| Autor | Ingrid Sánchez y Elthon García |
Norberto Ronquillo viajó desde Chihuahua con el sueño de ser licenciado; en la Ciudad de México se desbordó de solidaridad con la población en momentos críticos, como el sismo del 19 de septiembre de 2017, y con sectores vulnerables como huérfanos y ancianos.
A la Ciudad, también vino a morir.
Estudiante de la licenciatura en Mercadotecnia Internacional, decidió migrar porque su familia no contaba con los recursos para que estudiara en una universidad de su estado.
En la Universidad del Pedregal construyó una íntima relación con profesores y compañeros, quienes ahora no se explican por qué le pasó esto a Norberto.
"Era una persona muy alegre, empática, siempre ayudaba con todos, siempre, siempre. Y siempre le echaba ganas con todo, ayudaba a sus compañeros", recuerda uno de sus compañeros ayer, después de una misa en memoria del estudiante de 22 años de edad.
Durante septiembre de 2017, las inquietudes del joven por ayudar a quienes más lo necesitaran, salieron a flote y como muchos más, salió a las calles a mover escombros y levantar el puño para pedir silencio ante el menor indicio de alguna respiración.
"Cuando fue el temblor estuvo apoyando muchísimo a muchas comunidades, se fue a Morelos a repartir agua, comida; llenó un trailer de víveres él solo y los llevó", cuenta Rodrigo Fernández, un compañero de generación.
"Estaba en un grupo de la escuela que se llama 'Líderes Universitarios', donde apoyábamos a casas hogar y hacíamos eventos para niños el 30 de abril", comenta Claudia González, que cursó con Norberto los 4 años de la carrera.
El agradecimiento y cariño que todos los de su curso sentían por él explica las acciones que realizaron los últimos seis días para conocer el paradero de Norberto y exigir justicia.
Los jóvenes, que están a punto de graduarse, cancelaron su foto de graduación y pegaron carteles en las calles con el rostro de Norberto y convirtieron en tendencia el hashtag #NosFaltaNorberto.
Norelia Hernández, la madre del joven, comenta que sus amigos estaban dispuestos a arriesgarlo todo para que regresara con vida.
"Me dice un compañero: 'Señora, ¿qué hago' Si tengo que llevar dinero, yo me expongo, yo doy la vida por Norberto, porque es una amigo que nunca había tenido; yo traía problemas y él me ayudaba, era mi guía'", dice.
La mujer recuerda a su hijo como un joven alegre, sociable, carismático, servicial y...
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