Una vida protagónica
| Autor | Mario Abner Colina |
Tom Cruise, una de las figuras más emblemáticas de Hollywood, llegó hoy a sus 50 años de vida enmedio de un huracán personal llamado divorcio, pero que no afecta su gran forma en lo profesional.
El bajito actor de sonrisa magnética partirá su cumpleaños en Islandia, donde rueda el filme de ciencia ficción Oblivion, el largometraje 36 de una carrera de 32 años plagada de papeles protagónicos.
"Cumplir 50 mientras aún sigo haciendo cine es genial", dijo recientemente la estrella de sagas como Misión Imposible y filmes como Top Gun, Ojos Bien Cerrados y La Guerra de los Mundos.
Puede presumir de haber trabajado con directores de la talla de Franco Zeffirelli, Francis Ford Coppola, Steven Spielberg, Stanley Kubrick y Martin Scorsese, y de que la suma de sus películas ha recaudado, según Box Office Mojo, más de 7 mil millones de dólares.
En la llamada Meca del Cine, el neoyorquino no tiene que mirar a nadie hacia arriba: Según Forbes, es, sin duda, el actor más poderoso del espectáculo y la novena celebridad más influyente del planeta, muy por delante de figuras como Brad Pitt, George Clooney o Leonardo DiCaprio.
Hoy su sueldo por proyecto oscila entre los 12 y 25 millones de billetes verdes. Cruise, hijo de un ingeniero y una profesora, soñaba con ser deportista y hasta sacerdote católico cuando era niño.
Debutó en el cine a los 19 años haciendo papeles de soporte en la cinta romántica Amor Eterno y el drama militar Taps, pero su oportunidad de oro llegó con Negocios Riesgosos (1983), donde realizó una de sus escenas icónicas: bailar en calzoncillos al ritmo de "Old Time Rock And Roll".
Tiene tres hijos (Connor, Isabella y Suri) y ha estado casado tres veces (con Mimi Rogers de 1987 a 1990, con Nicole Kidman de 1990 a 2011 y con Katie Holmes del 2006 a la fecha), pero se ha dicho de él que es gay y hasta estéril.
Al igual que su vida privada, su adhesión a la Iglesia de la Cienciología en 1990, fundada por el escritor de ciencia ficción L. Ron Hubbard, tampoco ha pasado exenta de polémica, pues a la estrella se le ha atacado de tener una posición de poder que le permite explotar a otros feligreses.
A pesar del paso del tiempo, el galán asegura no haber recurrido al bisturí ni al láser para borrar las huellas de su edad, en cambio se da el lujo de hacer él mismo arriesgadas secuencias de acción colgado de un rascacielos (Misión: Imposible. Protocolo Fantasma) o presumir su torso desnudo más de media película (Rock of Ages).
"No sé cómo me...
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