Con el viento en el rostro

AutorAnaline Cedillo

Fotos: Carlos Figueroa / Enviados

BOULDER, Colorado.- Hacia donde se mire hay una bicicleta. De tour por una microcervecería, como un detalle en la playera de un joven que va caminando. De paseo por la zona céntrica o colgada en la pared al interior de una cafetería: el vehículo de dos ruedas parece omnipresente en estas tres paradas, en ruta por Colorado.

Boulder, Fort Collins y Breckenridge -cada una a su manera- impulsan estrategias de movilidad que privilegian este medio de transporte no contaminante. Algunas de ellas, poseen un enfoque turístico que contagia a los viajeros a recorrerlas desde una perspectiva ciclista. Es verano y es tiempo de pedalear.

BOULDER EDÉN PARA RODAR

A 40 kilómetros al norte de Denver se encuentra la idílica Boulder. A sus habitantes les gusta decir que esta ciudad está conformada por 25 millas cuadradas "rodeadas de realidad". Y no es para menos, aquí se concentra una propuesta educativa, cultural, gastronómica y recreativa que tiene en común una fuerte tendencia ecoamigable.

Ya casi no se habla del pasado hippie de Boulder, pero es evidente que en el ánimo de sus habitantes permanece un sustrato liberal y armónico que recuerda los felices 60.

Por estos días, se ven estudiantes de Naropa y de la Universidad de Colorado, chefs de Nueva York que se han mudado en busca de una vida menos ajetreada, la familia de tres ganadores de medallas olímpicas en ciclismo o los científicos que trabajan en centros de investigación como NCAR: todos se dejan abrazar por el cinturón de espacios naturales que rodea Boulder.

Tener un bosque como patio trasero para practicar senderismo y, con suerte, ver venados recién nacidos tiene su precio. Seguramente alto, pero lo vale. Desde 1967 se paga un impuesto especial que convierte a los ciudadanos en propietarios de estas áreas verdes. En una ciudad tan ocupada en mantenerse sana y en paz con el medio ambiente, poco sorprende el constante uso de la bicicleta.

Lo que llama la atención al viajero es la cantidad de programas en torno a este vehículo. Para transitar, los ciclistas en Boulder disponen de poco más de 480 kilómetros de caminos especiales. Algunos de ellos van por las calles de la ciudad, donde el 90 por ciento de las arterias viales tiene marcado un carril ciclista y todos los autobuses poseen un portaequipaje para bicis.

De visita, se puede echar mano de los servicios de seis operadores que promueven tours en bicicleta, tanto urbanos como de montaña. Un itinerario atractivo para los de espíritu sibarita es el Top Chef Bicycling Intinerary, propuesto por el chef Hosea Rosenberg, el cual abarca una visita a cafeterías, el farmer's market y una tienda de alimentos gourmet.

Bicis rojas del programa B-cycle están distribuidas en puntos estratégicos. Por una cuota de cinco dólares, que debe ser pagada en una B-station, se tiene derecho a viajes ilimitados de 60 minutos o menos en el lapso de 24 horas.

Tras un paseo en asfalto, tanto verde llama. Entonces hay que ir al nuevo Valmont Bike Park, el parque ciclista urbano más grande de Estados Unidos, cuyas 16 hectáreas equivalen a...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR