Entrevista/ Viktor Orban/ La Transición requiere paciencia

AutorErnesto Núñez

Paciencia. Esa fue la clave del éxito en la transición de Hungría, un país que presume hoy de llevar la delantera en la construcción de nuevas sociedades en la Europa ex soviética.

Terminar con el régimen militar comunista, desmantelar una economía controlada en un 95 por ciento por el estado, crear una economía de mercado, contener la inconformidad social sin volver al autoritarismo, incorporarse a la OTAN y ser un fuerte aspirante a ingresar a la Comunidad Europea. En diez años, esos son los méritos de la transición húngara.

Viktor Orban llegó a Primer Ministro en 1998, apoyado por un partido en el que el requisito de ingreso hasta hace dos años era ser menor de 35. Electo hace unos días vicepresidente de la Internacional Demócrata de Centro -un club de partidos conservadores que se jacta de impulsar la democracia y el libre mercado en todo el mundo- Orban se regodea hoy en el éxito de su transición.

Guardando las proporciones, recomienda eso a América Latina, y especialmente a México. "Paciencia, esa fue la clave del éxito".

¿Cómo fue el proceso de transición política y económica en Hungría?

Hay que aclarar primero las diferencias entre las transiciones de Europa central y Latinoamérica.

Nosotros éramos un país ocupado; por lo tanto, en nuestro país la democracia y la independencia nacional se unieron; teníamos una dictadura, un régimen autoritario en los aspectos político y económico, e ideológicamente influía en la sociedad. No había ningún partido más que el comunista.

Nunca tuvimos una economía privada, el 95 por ciento de la economía estaba en las cooperativas del Estado. La transición coincidió con la reforma y el cambio del sistema económico.

Hoy tenemos otra dimensión de integración en la OTAN y la Comunidad Europea. Hungría tiene atrás una transición exitosa, en 10 años hemos conseguido dejar atrás la ocupación militar; preservar la independencia nacional; crear un sistema político constitucional que se basa en la competencia de partidos con elecciones limpias; crear una economía de mercado en la que el 90 por ciento es economía privada.

Pudimos entrar a la OTAN y estamos muy cerca de entrar a la Comunidad Europea. Todo el sistema en Hungría se basa en la dignidad humana, y es un país y una sociedad con mucha esperanza para los próximos 15 años.

Nuestro problema grave, sin embargo, es que la población está bajando, tenemos una tasa de natalidad bastante baja y si eso sigue puede tener consecuencias graves.

¿Cuál fue la clave del...

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