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'Vimos otro San Juanico'

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Vincent
AutorVerónica Jiménez

Corresponsal

TEPEJI DEL RÍO.- Aunque ya pasó la contingencia por la fuga de gas en el ducto de 20 pulgadas Cactus-Guadalajara, provocada por una toma clandestina en la Colonia Noxtongo, las familias tienen miedo de vivir otro "San Juanico".

Miguel, vecino y trabajador de la Unidad Deportiva y Parque El Colibrí, reconoce que viven sobre una gran bomba de tiempo.

"Tuvimos mucho miedo, pudo haber ocurrido otro San Juanico. Olía bien fuerte a gas. Vine a trabajar el lunes, pero ya no me dejaron entrar a la Unidad Deportiva, porque es uno de los lugares más cercanos a la fuga", recuerda en entrevista.

El 19 de noviembre de 1984, explosiones en cadena ocurridas en una de las plantas de almacenamiento y distribución de Gas Licuado de Petróleo en San Juan Ixhuatepec, en Tlalnepantla, Estado de México, dejaron entre 500 y 600 muertos, y cientos de lesionados. La catástrofe ocurrió alrededor de las 5:30 de la mañana y se presume que se originó por una fuga en una tubería, debido a una falla en las válvulas de alivio de uno de los depósitos.

En Tepeji, a cinco días de la emergencia que llevó a la evacuación de al menos 5 mil personas, Miguel relata que, ante el olor a gas, los vecinos comenzaron a salirse desde las 2 de la mañana de sus casas.

Y es que todos saben que son tres líneas de gas las que cruzan a lo largo de 5 colonias del municipio, donde hay casas, escuelas y oficinas públicas, entre ellas el DIF y la Unidad Municipal.

"La gente estaba muy espantada y pensaron que el lugar volaría, por eso, no dudaron en salirse con sus hijos. Nadie sacó alguna pertenencia, lo único en lo que se pensó, fue en salvar la vida", afirma.

"Había mucha corriente de aire, eso nos salvó. De lo contrario, el gas se hubiera estacionado a esa hora de la madrugada, y ahí hubiéramos quedado todos los que habitamos en las colonias cercanas", sostiene Josefina, otra habitante del lugar.

La gente, dice, no esperó a los cuerpos de emergencia.

Cuando comenzó a percibirse el fuerte olor, de inmediato los pobladores se alertaron unos a otros para que despertaran y huyeran.

"Vamos a volar", gritaban en las calles de la Colonia Noxtongo, en el Nogal, en los Álamos, y poco a poco la gente se...

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