Vinos / Días de Oporto

AutorRodolfo Gerschman

OPORTO, Portugal.- Además de tomarle el pulso a lo que sucede en el mercado internacional del vino, el viaje a Vinexpo se vuelve también un pretexto para ir a alguna zona vinícola. Aunque no me considero experto en Burdeos, si puedo decir que conozco lo suficiente como para dirigir mi curiosidad hacia otras latitudes. En esta ocasión Oporto, en Portugal. Cuando uno está en Europa siente que todo está muy cerca, así es que cualquier otro punto del continente parece meta realizable. No entraré en detalles, pero Oporto fue realizable aunque no esté al ladito -ni mucho menos- de Burdeos.

Por lo pronto, una aclaración que resultará para algunos absolutamente innecesaria: Oporto no es sólo el contenido de una botella, sino también una ciudad y una denominación de origen que ampara vinos fortificados hechos en base a uvas de las cercanas riberas del Douro (el Duero cuando pasa por España). Uno de los grandes pendientes que tenía hasta ahora era conocer esos viñedos.

Ya había estado en algunas bodegas de la ciudad. Utilizo "ciudad" en un sentido amplio. Las bodegas no están en Oporto, sino en la otra margen del río Douro, que parte la ciudad en dos. El vino se elabora o se envejece en esa margen, que se llama Gaia; y los lugareños tienen muy presente que una cosa es Oporto y otra Gaia. Las separa un puente de unos 100 metros y, claro está, algunos cientos de miles de litros de vinos y, más allá de formalidades, los habitantes van de una parte a la otra sin complejos.

Donde hay sin embargo algunas diferencias es en el mantenimiento. Hace algunos años la ciudad estaba en plena restauración. Hoy día -y seguramente crisis mediante- ese proceso parece haberse detenido. Fuera de los edificios ya restaurados, como la catedral, el resto se ve algo abandonado.

En la otra margen, en cambio, todo se ve muy cuidado y nutrido con inversiones considerables, como Yeatman, un flamante hotel cuya temática es totalmente vínica, incluido el spa operado por Caudalies, la empresa que montaron los herederos del Château bordelés Smith Haut Lafitte. Pero, claro está, es inversión privada que resulta de la conciencia de los bodegueros acerca de la necesidad de desarrollar el turismo gastronómico.

Ahora me tocó...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR