Vinos / Vino y turismo

AutorRodolfo Gerschman

Esta semana se fue, literalmente, volando: a Guanajuato ida y vuelta en el día y al día siguiente a Riviera Maya. En Guanajuato fui parte de una mesa redonda junto a Hugo d'Acosta y Ricardo Vega, que se realizaba en el marco del evento Kultur. El tema, que tenía como moderador a Óscar Cadena, era el futuro del vino mexicano. Tema azaroso en el que no se tocaron puntos polémicos que podían generar desacuerdo (si acaso se rozaron fugazmente) sino más bien lo contrario.

¿Que cuáles eran los polémicos? Posiblemente el punto central mismo, por supuesto mencionado por el moderador: el turismo y las regiones vinícolas o, puesto de otra manera, la vitivinicultura como gancho para el turismo y, en consecuencia, como estímulo para el desarrollo de las regiones. Después de todo este foro tenía al turismo en su centro de interés.

Con más tiempo para desarrollarlo, habría surgido la disyuntiva de los diferentes tipos de turismo y en qué medida unos u otros son benéficos para una región. Aunque no hemos platicados del tema, imagino que Hugo estaría en desacuerdo con tratar de atraer un turismo masivo y pondría sobre la mesa los peligros que éste puede entrañar para el paisajismo y la ecología de las áreas vinícolas de Baja California. Razón por la cual predicaría la promoción del turismo en controladas dosis.

Repito que es sólo imaginación mía porque nunca platiqué con él sobre esto; tampoco esta vez. Si supongo que ésa sería su postura es por haberlo escuchado en alguna ocasión y en otros contextos defender ecología y paisajismo en el Valle de Guadalupe, así como su vocación vinícola. No sé si Ricardo Vega defendería la postura opuesta, pero creo que no hubiera faltado quien lo hiciera. De hecho la afluencia de visitantes hacia las bodegas del centro del país, en contraste con la Baja, es masivo.

Para muchas empresas el caso de Freixenet o La Redonda, que cada año atraen a cientos de miles de visitantes, los cuales absorben una parte importante de su producción, es un ejemplo a seguir. El efecto económico es tan fuerte que la respuesta a algunos interrogantes -¿realmente ayuda esto al desarrollo de la cultura del vino, al mejoramiento de la calidad, a consolidar la vocación vinícola de la zona, a integrar los cultivos y la elaboración del vino al paisaje?- quedarán para otro momento.

Si me hubieran preguntado sobre los modelos, yo...

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