La violencia, un signo ominoso
| Autor | Pedro Mellado |
Caminó durante más de seis décadas por los senderos del comunismo, a cuyas filas se incorporó a los 16 años de edad.
En la distancia, luego de una larga marcha, con la madurez reflexiva de quien dice nunca haber traicionado sus convicciones, recapitula y admite que la utopía del socialismo científico y de la dictadura del proletariado fue un fracaso, sepultada por el autoritarismo en el que naufragaron los regímenes socialistas totalitarios.
Es Samuel Meléndrez Luévano, líder histórico del Partido Comunista Mexicano en Jalisco, quien avanza con serenidad, esperanza y singular brío, sobre los 72 años de edad, pues nació el 5 de marzo de 1939 en Autlán de Navarro.
Recapitula sobre el fracaso del comunismo y advierte que "ese modelo que deriva directamente de la propuesta de Marx y Engels, de 'El Manifiesto Comunista', nos reveló su fracaso".
Reflexiona con nostalgia y advierte que "la Unión Soviética se colapsó afortunadamente, fue así porque no tenía sustento. Fue una utopía más. La vida demostró que el llamado socialismo científico era una utopía. El totalitarismo que se impuso desacreditó el ideal socialista, por el que lucharon muchas generaciones de trabajadores, a cuya idea se adhirieron pueblos enteros".
Se asume dispuesto a perseguir alguna nueva visión del paraíso y dice con firmeza que "la única alternativa viable es un socialismo democrático, un socialismo con mercado, cuyo Estado tenga la función de garantizar bienestar a la mayoría de la gente, sin ahogar la libertad y la democracia".
Vivió con angustiosa cercanía la guerrilla que campeó por el País en la década de los años 70, época en la que también se profundizaron los enconos armados entre la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG) y otras organizaciones estudiantiles que luchaban por la democratización de la representación estudiantil. Asume que el signo de la violencia es de lo más ominoso, porque fue y es una trágica y dolorosa realidad.
PRIMEROS PASOS
Su padre, también llamado Samuel, fue un activista del movimiento sindical y agrario de los años 20. Participó en el llamado sindicalismo rojo, cercano a los mineros de Zacatecas y a los agraristas de la costa sur de Jalisco que luchaban contra los cacicazgos de la época.
Mi padre tenía su biblioteca en donde estaba un compendio de "El Capital" (de Marx y Engels), "El Manifiesto Comunista", folletería soviética, "El Origen de la Familia" y todo eso. Yo empecé a leer algo de eso.
¿En qué momento establece usted contacto con el Partido Comunista Mexicano?
Yo establecí contacto con el PCM (Partido Comunista Mexicano) en Guadalajara en 1955, cuando vine a cursar la preparatoria. Llegué aquí buscando al partido. Había un local del PCM en la esquina de Liceo y...
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