VISIÓN ECONÓMICA / Empleos y educación

AutorSalvador Kalifa

La obsesión de Donald Trump de recuperar los empleos manufactureros perdidos por Estados Unidos (EU) durante las décadas pasadas pudiera desatar una guerra comercial si aplica, como planea, aranceles a la importación de acero y aluminio, así como entorpecer las negociaciones actuales para modernizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Los daños a la economía global serían enormes, mientras que las acciones de DT son un intento inútil de revertir el curso de la historia.

En efecto, muchos economistas han señalado que la pérdida de empleos manufactureros en EU se debe, en mucho, al cambio tecnológico, así como a la mayor competitividad de otras naciones, y en ambos casos existen grandes beneficios para los consumidores. Esto no parece entenderlo la administración estadounidense, que insiste en aplicar acciones y medidas proteccionistas que, sin duda, deteriorarán el nivel de vida de sus habitantes.

Uno de los factores que más contribuyen a la mayor competitividad de otros países es el cierre tan significativo en la brecha educativa que tenían con EU. Eso explica el avance de las naciones europeas y más recientemente de las asiáticas, en donde la productividad crece a pasos acelerados. Este, lamentablemente, no es el caso de nuestro país, en donde a pesar de las múltiples "reformas educativas", seguimos rezagados en la calidad de la educación, lo que se traduce en un estancamiento de la productividad por más de tres décadas.

Un artículo de Alexander Monge-Naranjo (AMN), publicado en el número correspondiente al Tercer Trimestre de 2017 de la revista The Regional Economist, del Banco de la Reserva Federal de San Luis, Missouri, con el título "Los trabajadores extranjeros están alcanzando los niveles de habilidad de los de EU", confirma ese cambio estructural.

AMN señala que a principios del siglo pasado EU sobrepasó al Reino Unido (RU) como la economía líder del mundo, posición que mantiene todavía. En 1913 el ingreso per cápita en EU era 8 por ciento superior al del RU, 52 por ciento mayor que el de todos los otros países de Europa Occidental y casi 3.5 veces el ingreso promedio mundial por persona. En 1950 la brecha fue mayor: 38 por ciento más que en el RU, 112 por ciento más que en Europa Occidental y 4.5 veces el promedio mundial.

El autor afirma que "Este dominio global de la economía de EU solo puede ser sostenido por una calificación superior de sus trabajadores. ... Aunque los trabajadores estadounidenses han...

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