Visión Mundial/ La semana de la Política Exterior

AutorGabriel Guerra Castellanos

La llegada a México del Legislador estadounidense Jesse Helms, poderoso y sempiterno presidente de la comisión de Relaciones Exteriores del Senado de su país y vociferante crítico de México en el pasado, prendió focos de alerta en nuestro país.

Helms tiene, entre muchas otras dudosas distinciones, la de haberse opuesto rotundamente tanto al Tratado de Libre Comercio como al paquete de rescate financiero a México en 1995. Su inflexible posición en el Senado bloqueó numerosos intentos por terminar con el infame proceso de certificación.

No contento con eso, este hiperactivo septuagenario fue coautor de la injerencista y antediluviana ley Helms-Burton, que pretende castigar a empresas de otros países que se atrevan a hacer negocios con Cuba, y se convirtió en el principal obstáculo para las iniciativas de política exterior del entonces Presidente Bill Clinton.

Así que el anuncio de su visita, acompañado de una comitiva de Legisladores, preocupó, e indignó incluso, a más de uno. El ogro de Carolina del Norte amenazaba la siempre frágil tranquilidad nacional.

Menuda sorpresa se llevaron quienes se habían ya envuelto en la bandera nacional. El rejuvenecido Helms llegó a México transformado en un amigo empalagoso, que se abstuvo de ofender e insultar y optó mejor por hacer las paces con sus contrincantes de antaño, a quienes habló de la migración ya no como la peste bubónica que amenaza a los Estados Unidos, sino como un instrumento que puede servir a empresarios y granjeros estadounidenses a cubrir, legalmente, sus necesidades de mano de obra.

Ya había dado Helms un anticipo, al aceptar el Comité que preside "congelar "el proceso de certificación a la lucha contra el narcotráfico, algo impensable apenas hace unos meses. Con esa acción, y con el tono de su visita, Helms parecía más interesado en corregir percepciones que en combatir a las lacras de la corrupción y el tráfico de drogas que para él simbolizaba nuestro país.

Su nueva prioridad es demostrar que nunca fue un enemigo de México, sino del "antidemocrático y corrupto "sistema que lo gobernaba. Ahora, un sonriente Helms visitó a Fox, a Senadores mexicanos y nos brindó la deliciosa ironía de verlo posar para la foto con su antiguo antagonista, el Canciller Jorge Castañeda.

Más allá de las fotos, Helms buscó aprovechar su visita para presionar a México para votar a favor de la resolución presentada por la República Checa, patrocinada en realidad por Washington, para condenar a Cuba en la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR