Con vista envidiable
| Autor | Juan Carlos García |
FOTOS: JUAN CARLOS GARCÍA / ENVIADO
LONDRES.- Una flecha roja sobre el mapa indica que hemos llegado a The Regent's Park y a su parque hermano y el rincón más privilegiado por la vista que ofrece: Primrose Hill. Desde esta colina se encuadra una de las mejores panorámicas del corazón de Londres.
Estoy al noreste de la pronunciada curva y aún restan cerca de 10 minutos caminando para llegar hasta ahí y echarle una mirada a esa tan célebre imagen de postal que aparece en portales y redes sociales, y a la que le dan vida las construcciones arquitectónicas más emblemáticas de esta ciudad.
Aunque antes de alcanzar la preciada meta, se debe andar por el más grande de estos dos pulmones citadinos, que presume en su interior el Boating Lake, el Queen's Mary Garden's y el andador ascendente Avenue Garden's.
Aquí también está el zoológico, que resulta un atractivo ineludible para quienes tienen todo el día libre.
El entorno retrata lo que los londinenses hacen en sus ratos de descanso: salen a caminar o a correr, a pasear en bicicleta, a meditar o a leer un libro bajo el frescor de una sombra de algún árbol.
La idea es desconectarse de las obligaciones diarias para embelesarse con los árboles vestidos a tono con la época, a veces en matices de amarillo, verde o café.
Los más osados andan en patines del diablo y otros en triciclos. Aquí no es común ver a gente con perros, pues está prohibido, aunque no falta quien se salte esa regla para darle a sus mascotas unos instantes de esparcimiento.
Igual pasan parejas que familias que desean comulgar con la naturaleza que alguien que busca sólo un momento de silencio y soledad.
Para quien está de paso por esta urbe, se vale textear o, incluso, traer laptop para hacer "garden office", aunque resulta más atractivo cargar con un sándwich y una bebida, y hacer picnic.
Y es que aquí en este parque, todo es paz y aire frío, a pesar del inusual sol que ha habido a lo largo del día. Es, entonces, cuando queda claro que Londres puede sorprender, no siempre es nublado o lluvioso.
Bancas de metal o de madera, estilosas lámparas y jardineras con muérdago, así como casetas telefónicas rojas -ya más de ornato que de utilidad- surgen al paso y entonces descubro que ya tengo una colección de imágenes dignas para compartir en mis álbumes en redes sociales.
Al alcanzar la cima de la colina, luego de varias curvas y cruzar el Regent's Canal (en Prince Albert Road), sí que atrapa la quietud de este lugar...
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