Vive la Navidad a la alemana

AutorMauricio Hernández Cervantes

FOTOS: MICHAEL SONDERMANN

No hay como pasar las fiestas decembrinas en Bonn. En esta época, el centro de la ciudad, las calles que rodean a la catedral románica y la Münsterplatz (plaza dedicada a Beethoven con una imponente estatua de bronce) se transforman en un espectáculo de luces y vida gracias al evento más esperado del año, además de los carnavales de febrero: el mercado de Navidad. Las decenas de puestos, con productos tradicionales, engalanan la Navidad y hacen de la experiencia algo único para viajeros de todo el mundo.

Los alemanes tienen una innegable devoción por la cerveza y la elaboran celosamente con métodos centenarios, pero en este mercado la bebida estrella es el glühwein (vino caliente).

Son muchos los puestos que ofrecen este vino dulce, parecido al ponche, elaborado con vino tinto, frutas, canela y ron. Es gracias a ello que la ciudad se convierte en una gran kermés.

Aquí, la Navidad es sinónimo de tradición y fiesta. Sus calles se inundan con el aroma a pino de los árboles navideños y coronas, a manzanas cocidas y a las delicias de la zona como el codillo o las tortitas fritas de papa.

Mientras que las parrillas que ofrecen salchichas (la bratwurst es la más popular en la Renania del Norte) y hamburguesas asadas no se dan abasto.

Pero en esta festividad popular no sólo se encuentra lo mejor de las costumbres locales, sino que también hay puestos que ofrecen las típicas crepas francesas, sándwiches de bacalao noruego a las brasas, el fish and chips inglés, chocolate belga, entre otros platillos típicos de otros países, así como kebabs, shawarmas, gyros y demás delicias mediterráneas y de Oriente Medio. Porque, como dicen los que ahí viven, "aquí todo el mundo es bienvenido".

Cada esquina del mercado está decorada y en cada rincón hay esferas, un Santa Clós, un muñeco de nieve o un reno.

Y para los amantes de esta temporada nunca faltan los puestos con figurillas y artesanía local, como las cestas y los famosos cascanueces. Así como tampoco una pista de patinaje y una rueda de la fortuna para quienes asisten en plan familiar.

Por otra parte, a tan sólo 6 kilómetros (en un viaje de 25 minutos) está Colonia, la gran ciudad de la región (y considerada como una las más atractivas y vivas en Alemania) y donde también los mercados de Navidad atraen a miles de visitantes cada año durante esta temporada.

Sin duda, otra de las visitas obligadas. Incluso hay un mercado dedicado al heno: uno de los elementos indispensables para el...

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