Volúmenes en el aire: Estructuras que flotan
| Autor | Tania Romero |
En arquitectura, a un volumen que queda suspendido, sobresaliendo de su base de apoyo, como una especie de viga, se le llama volado o voladizo. Diversos arquitectos han hecho mancuerna con ingenieros estructuristas para lograr edificaciones con estos recursos y garantizar su seguridad y estética.
En ocasiones, el uso residencial va más allá del mero deseo del propietario de querer un jardín más grande o anhelar vivir en un espacio que casi vuele, pues un voladizo puede ayudar a sortear ciertas condiciones del terreno, como encontrarse en una pendiente.
Una residencia con este tipo de acabados, afirman algunos arquitectos, puede construirse prácticamente en cualquier lugar.
Conozca en esta edición diferentes proyectos que lo demuestran, estructuras que parecen retar a la gravedad y mantienen en pie su esplendor.
·Esta casa, al pie de la montaña madrileña, destaca por sus dos voladizos frontales.
VOLÚMENES EN EL AIRE
CASA PARA SIEMPRE
Longui Architects
· Perú
IMPONENTE EQUILIBRIO
Los clientes que anhelaban la Casa para Siempre querían un diseño con voladizos porque habían visto otra vivienda que el arquitecto peruano Luis Longhi había hecho en una playa, la cual buscaba aprovechar el terreno y abrir una mirada franca hacia el mar.
Para el egresado de Harvard y de la Universidad de Pennsylvania, y quien se autodenomina "El arquitecto inca", fue la oportunidad para explorar su idea de arquitectura ancestral contemporánea.
"Yo no soy muy partidario de hacer casas con tremendos volados, pero el cliente dijo 'quiero una casa que literalmente toda vuele, que se apoye en la menor cantidad de terreno para que el terreno sea jardín desde el interior'", platicó.
Sin embargo, en cuanto visitó el área, en La Molina, Perú, su mente comenzó a trabajar principalmente para darle vida al diseño.
"Vamos a hacer dos volados para adelante y tres más para atrás, y ahí está el concepto de la casa, es como una mano, y eso les gustó".
El también escultor asegura que en sus trabajos busca escapar de la globalización y ello es latente en la Casa para Siempre, ya que su trazo incluyen distintos motivos de arqueología ancestral.
"Hice la metáfora de que encontramos una piedra gigante en el desierto, una piedra que tallamos: 'si quieres volados debes tener una roca para dar fortaleza a ese sitio, que pueda soportar y sostener esos volados'", recordó.
TODO UN RETO
El área privada de la residencia está en el segundo piso, dos de los volados hacia atrás son las recámaras de los niños, uno es otra habitación, luego están el cuarto de la pareja y uno de visitas.
"El volado más grande, que es el dormitorio principal, no es totalmente plano, es ligeramente inclinado para que, en caso de empezar a fallar, tenga la contraflecha, es una rampa, esos son algunos recursos que hicimos conversando con el ingeniero estructural, para que alcanzáramos el mayor volado", mencionó Longhi.
Abajo queda el programa social, incluida una sala de cine, y, en el sótano, el estacionamiento para cuatro automóviles y la zona de servicio.
El cliente, además, pidió unas terrazas pequeñas en el segundo piso y se añadió el volado de esas áreas, lo cual supuso un peso extra.
"Antes de Arquitectura estudié Ingeniería Civil, no la terminé, pero tengo un poco de instinto para las estructuras", platicó Longhi.
La mancuerna con el ingeniero estructural fue importante, resaltó, ya que en Perú, al encontrarse en zona sísmica, los edificios deben estar calculados para resistir sismos de 9.0 grados en la escala de Richter.
"Esta casa no se cae, tiene unas estructuras de fierro muy sólidas y una base de concreto en la que se implantan las patas, luego eso está enganchado desde el volado hasta la estructura", explicó.
"Eso es casi como tener un una estructura monolítica, no tiene juntas de dilatación; se tendría que caer toda la...
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