Al volver al puerto ya nada fue igual

AutorArturo Sierra

"Alejandro se embarcó en un sueño y cuando regresó al puerto ya todo fue diferente", así define Ana María Rodríguez el accidente que sufrió su hijo al enfrentar a un delincuente.

Actualmente la madre de Alejando está en tratamiento sicológico para superar la impresión que le provocó la noticia de saber que su hijo menor había recibido un impacto de bala en la cabeza y se mantuvo ocho días en coma.

Aunque ha pasado un año y siete meses de la agresión que le cambio la vida a Alejandro, la madre de familia confiesa que desde entonces siente que sus seres queridos o ella misma pueden volver a ser víctimas de la delincuencia que se vive en la Ciudad de México.

"Fue algo muy duro, yo también estoy en tratamiento sicológico porque siento que voy a ver al delincuente que lesionó a mi hijo, que nos persigue, fue una pesadilla y cuando iba saliendo está regresando con la nueva operación", expresa Ana María.

A las personas que la visitan en su domicilio de la Unidad Ejército Constitucionalista, de Iztapalapa, les piden antes que nada que tengan "mucho cuidado" cuando llegan o salen del barrio.

A pesar del temor que la rodea se ha convertido en el principal apoyo de su hijo, lo anima, lleva al hospital y mantiene unida a su familia.

"Somos una familia numerosa, pobre, pero siempre unida", afirma la mujer de 64 años.

"Lo que le pasó a Alejandro sirvió para conocer el valor de la familia y unirnos más".

Recuerda que siempre buscó que sus hijos se mantuvieran al margen de los problemas delictivos que enfrentan en su barrio, donde al paso de los años se han incrementado los robos y la venta de droga.

Y les prohibía que se juntaran con varios...

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