Del Voto al Aborto

AutorIvonne Melgar

Dos décadas antes de que las mexicanas alcanzaran el derecho al voto, los Legisladores despenalizaron en los años 30 el aborto para el caso de las víctimas de una violación sexual.

Paradójicamente ahora, casi medio siglo después de que se reconoció su derecho a la ciudadanía y cuando las feministas se disponían a impulsar un marco jurídico favorable a la igualdad en la política y en el trabajo, los reflectores del debate se detienen en una reforma estatal que dispuso castigar a las mujeres que interrumpan su embarazo, aun cuando éste sea producto de una violación.

Y es que la determinación de los Diputados en Guanajuato constituyó un cambio de fondo con respecto a los ordenamientos penales correspondientes al aborto, que en sustancia se habían mantenido intactos en más de seis decenios.

"Si nos atenemos a la historia de los códigos penales en México, lo ocurrido en Guanajuato demuestra que en los Legisladores no prevaleció el derecho, sino el criterio que tenían sobre las mujeres", sostiene Patricia Olamendi, especialista en la materia.

"¿Cómo es posible que sin haber tomado en cuenta la doctrina, se haya aprobado una reforma violatoria de los derechos humanos?, se trata a todas luces de una decisión inconstitucional porque penaliza a la víctima de un delito, además de quitarle un derecho", señala la ex directora fundadora de ProMujer, instancia del Gobierno capitalino.

Para la consultora de Unicem e integrante de la Comisión Nacional de la Mujer, hay detrás de todo esto una historia de siglos: leyes siempre tutelares cuando de mujeres se trata, en supuesta congruencia con el mito de que son inferiores.

Por eso la conquista del voto femenino en 1953 no se tradujo en una igualdad jurídica, argumenta Olamendi.

Como lo documenta en su estudio "El cuerpo del delito: los derechos humanos de las mujeres en la justicia penal", el reconocimiento de la ciudadanía de las mexicanas no llega aún a los códigos civiles y penales que rigen las conductas sociales y sus respectivos castigos.

Considerada como prospecto para impulsar en el próximo Gobierno estrategias en favor de la población femenina, Olamendi sostiene en entrevista que existen códigos en el país cuyo contenido se aplica como si no se hubiese celebrado hace 25 años una conferencia mundial que México suscribió para garantizar la igualdad jurídica.

Según esos ordenamientos que la feminista considera retrógradas, las mujeres en algunas entidades todavía deben pedir permiso al marido para...

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