'Vuela' de su hogar para evitar golpes

AutorLeslie Gómez

El hogar de Domitila García es el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). Allí no le falta un espacio para dormir, se lava, se cambia. Y nadie la molesta.

Hasta hace tres años, vivía en la colonia Peñón de los Baños, pero tras la muerte de su hijo, su nuera y su nuevo novio la golpeaban. Y Domitila no soportó ese infierno.

"Me fui de ahí porque la señora me trataba feo, me golpeaban y eran muy groseros conmigo, por eso mejor me fui".

Ahora, Domitila vive en una casa gigante. Duerme en un pasillo con suelo de madera laminada, al fondo del cual se encuentran los bustos de personajes de la aviación mexicana.

En una de las esquinas, debajo de las figuras metálicas, todas las noches, tiende en el piso las cobijas de Iberia que le regaló una pasajera y allí se acuesta para dormir.

Al amanecer, todos los días se cambia de vestido (tiene tres) y sale a pedir limosna al Hospital Juárez, el metro Bulevar Puerto Aéreo, la Zona Rosa y Chapultepec.

Pero cuando está cansada no sale ni un minuto del Aeropuerto, se queda a platicar con pilotos, aeromozas y se va al comedor de la zona nacional a buscar algo de comer.

Carga una maleta y una bolsa, usa un vestido negro, con un chaleco azul que tiene en rosa un número 52 y unas chanclas color café. Es de caminar encorvado y mirada triste.

"Yo solita ando por aquí, ya me acostumbré, a veces no voy a pedir, porque me canso mucho por mi rodilla, entonces aquí me estoy todo el tiempo, camino un rato y luego vengo de nuevo aquí, a veces vienen a platicar conmigo".

A Domitila le dicen la señora Lupita, porque como no le gusta su nombre, se lo cambió por Guadalupe.

A pesar de que vive "de contrabando" en la terminal aérea, dice no tenerle miedo a los elementos de la Policía...

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