La vuelta al mundo con 'Cuauhtémoc'

AutorPilar Jiménez

SINGAPUR.- Como los aventureros incansables que se adentran en la mar con la única pasión del conocimiento, así el Buque Cuauthémoc, de la Escuela Naval Militar, conocido como "El embajador y caballero de los mares", da la vuelta al mundo por segunda ocasión en un crucero de circunnavegación que inició el pasado 18 de febrero y que concluirá en noviembre próximo con su regreso a Acapulco, y con el que festeja sus primeros 20 años de servicio activo en la Armada de México.

Durante los 195 días que durará el viaje, los más de 250 marinos que lo tripulan han puesto en práctica su habilidad y conocimiento para mover las 23 velas y las mil 800 toneladas que conforman el buque.

El recorrido comprende 16 puertos del mundo, navegando por mares de América, Europa, Africa y Asia, deteniéndose de tres a cinco días en cada sitio. Dos son los objetivos principales de dicha travesía: que los cadetes graduados de Guardiamarinas apliquen su programa de prácticas profesionales, como la la navegación y maniobra en buque de vela para presentar su examen y obtener el título de Ingeniero en Ciencias Navales, y como representante de México, al fortalecer las funciones que realiza el cuerpo diplomático: atraer la atención hacía nuestro país, y a su vez llevar el mensaje de buen entendimiento, relación y amistad con todos los países del mundo.

Por ello, en cada puerto se organiza una recepción en la que se invita a toda la comunidad mexicana residente en ese lugar, diplomáticos de otras Embajadas y funcionarios de las fuerzas armadas y empresarios del país que visita.

Con la disciplina y la amabilidad que les ha merecido la obtención de premios y reconocimientos en diferentes países (como el trofeo "Cutty Sark" en 1998 y en 2000 por ser la tripulación que más contribuyó a la amistad y buen entendimiento internacional), y vestidos con impecables uniformes blancos, los marinos reciben en la recepción a los invitados.

Es de noche y en el puerto de Singapur sobresale el buque entre las decenas de barcos detenidos, no solamente por su majestuosa iluminación y la enorme bandera mexicana que ondea al soplo del aliento de Ehécatl (dios del viento en la mitología azteca), sino también porque ahí se vive una fiesta con música, comida y bebidas muy mexicanas. Mole, sopes, enchiladas, nopales, tortillas y tequila para alegrar los paladares...

El Embajador de México en Singapur, Andrés Carral, corta la primera rebanada de un enorme pastel en forma de buque, mientras el...

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