Vuelve España al cine de género

AutorRafael Aviña

Avalada con el estreno comercial del más reciente trabajo de Pedro Almodóvar, arrancó la Semana de Cine Español 2013 en Cinépolis Diana. Es una pena que un esfuerzo tan grande sea arrinconado a una sola sala y, para colmo, en un momento donde las pantallas nacionales se atiborran de estrenos holly- woodenses de verano.

Pese a ello, destaca sin duda la originalidad y los elementos de sexualidad que han sido tema y modelo del nuevo cine ibérico a partir del llamado destape y la movida madrileña a fines de los años 70 y principios de los 80: época en la que surgen varios de los realizadores cuyas obras se han podido ver en este ciclo.

De los cineastas españoles surgidos a la muerte de Franco, tal vez Vicente Aranda, Pedro Almodóvar y Juan José Bigas Luna sean los responsables de las obras más intrigantes. Los tres, desde perspectivas serias o desparpajadas, parecen preocupados por los dramas cotidianos, la nota roja, el erotismo y, en particular, el fetichismo. Un cine de secreciones íntimas que explora la historia española prefranquista o, en su defecto, ese otro inframundo de la cultura española de la liberación. Al breve homenaje para el recién desaparecido director catalán Bigas Luna, obsesionado con las metáforas entre carne y sexo, se suma Los amantes pasajeros, un relato menor en apariencia a cargo de Almodóvar, que bajo una desenfadada sátira y esperpento gay, teatral y episódico, oculta una alegoría sobre la situación brutal de la España de hoy, con otra notable banda sonora de Alberto Iglesias.

Por su parte, Fernando Trueba, el mismo de la insólita El sueño del mono loco, consigue una hermosa película que reflexiona sobre la responsabilidad del creador artístico en El artista y la modelo. Además del documental sobre la mujer de Paco Rabal, Asunción Balaguer: Una mujer sin sombra, de Javier Espada, del relato intimista de anticipación: Ayer no termina nunca, de Isabel Coixet, y de dos eficaces tramas de corte policiaco y criminal: Grupo 7, de Alberto Rodríguez, y la multipremiada No habrá paz para los malvados, de Enrique Urbizu; sobresale por su belleza, originalidad y contundencia Blancanieves, de Pablo Berger, película silente de enorme belleza, filmada en blanco y negro, protagonizada por Maribel Verdú y Daniel Giménez Cacho y ambientada en los años 20.

Pese a que Blancanieves se planeó varios años antes que El artista (Michael Hazanavicius, 2011), resulta interesante destacar la coincidencia de ambos proyectos por recuperar las...

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