¡Oríllese a la Grilla!

AutorMarco Antonio Flota

Oído en la marcha

-¡Qué espíritu cívico de tu hijita: vino a empujar tu silla de ruedas!

-¡No, es una "Gacela" del Peje que se camufló de mi nieta!

¡Silencio... que están marchando!

Todo está previsto.

Se han aceitado las sillas de ruedas de ruedas para evitar los rechinidos, se ha provisto jarabe para la tos senil, se pidió no usar las dentaduras postizas para evitar el castañeteo.

Se ubicará, a distancia, a Elenita Poniatowska y a Lupita Loaeza, para que no haya comadreo. Lo mismo a Jesusa Rodríguez y a Ofelia Medina. Fueron prohibidos los silbidos-piropos al arribo de María Rojo y Alejandra Barrales, aunque se permitiría algunos chiflidos de repulsa si intenta infiltrarse Rosario Robles. Los de Molotv y los de Café Tacuba deben acudir sin instrumentos.

Al concentrarse en Antropología no deberán saludar a la estatuota: es Tláloc, no el Peje que ha crecido tanto políticamente. Tampoco podrán entrar al Museo: quizá no los dejen salir.

Al pasar frente a la estatua de la Diana, evitar los murmullos de nostalgia. No gritar "¡traidor!" al llegar al monumento a Cuauhtémoc. Ni "¡Juárez, Juárez!" al divisar el Hemiciclo al ex don Benito, hoy San Benedicto.

En la Avenida todavía Madero, pronto López Obrador, quizá después -nuevamente- Plateros, mantener la compostura.

Ya en el Zócalo, se prohíbe tomar las torres de Catedral para hacer sonar las campanas y gritar: "¡Habemus Pejem!".

Callados todos: es la Marcha del Silencio. O del "Shtt...lencio", según la prensa vendida que la minimizará. O del "¡Shit...lencio!", según la maestra de inglés de Fox.

Micro-Obuses

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