¡Son muy Zorros!

AutorJosé Luis Velasco

REFORMA / Jalisco

GUADALAJARA.- Las Chivas salieron por goles, los Zorros los anotaron primero y al final la gloria en el Clásico de Liguilla se la llevó un Atlas que tuvo a la inteligencia como su mejor arma.

Con la misma fórmula que el jueves, pero con 11 rojinegros sobre la cancha, el Atlas empató 3-3 ante un Rebaño que reaccionó tarde para avanzar a Semifinales del Apertura 2004, gracias al global de 4-3.

Los cerca de 60 mil espectadores que abarrotaron el Estadio Jalisco vieron de todo: un gol tempranero de los Zorros, otro penal fallado por las Chivas, contragolpes fulminantes de los locales administrativos y una tardía reacción de los visitantes.

Los Rojinegros enfrentarán a Pumas el jueves en Ciudad Universitaria y el domingo en el Estadio Jalisco, mientras que Chivas se irá a tomar unas breves y amargas vacaciones.

El técnico del Rebaño, Benjamín Galindo, a pesar de haber sido dominado el encuentro anterior, volvió a apostar por los mismos 11 hombres, que de nuevo mordieron el anzuelo rojinegro.

Su contraparte Sergio Bueno se lo agradeció, pues la fórmula del contragolpe volvió a funcionarle ante unas Chivas que se toparon con piedra durante la primera parte.

El estratega rojinegro contó además con el 1-0 en su favor apenas a los 6 minutos de acción, cuando Robert de Pinho recibió un pase dentro del área y entre dos rivales alcanzó a tirar de pierna derecha cruzado para vencer a Oswaldo.

Parecía que una luz al fondo del túnel aparecía para el chiverío cuando a los 11' Juan Manuel García Zavala derribó a Adolfo Bautista dentro del área y el árbitro Armando Archundia marcó penal, pero la portería ni siquiera se enteró que Juan Francisco Palencia le tiró a gol, pues el disparo se fue muy por arriba.

El golpe anímico fue devastador para el Guadalajara, que, con un gol en contra y un penal fallado, volvía a ver la película del encuentro pasado, cuando Ramón Morales erró la pena máxima.

Con el Guadalajara desconcertado, a los 20', Juan Pablo García hilvanó otro contragolpe, cedió a Carlos María Morales, quien le devolvió el balón elevado para que García anotara con la cabeza, y los aficionados rojinegros armaran la fiesta.

Pero el estruendo fue mayor cuando el portero Oswaldo Sánchez, sumamente nervioso, intentó pasar el balón a un compañero a los 23', pero sólo se la dejó a De Pinho, con quien trae una...

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