Cómo se llegó a la sobrerregulación

AutorJosé Luis Vázquez Alfaro

A partir de la promulgación de la Constitución Política de 1917 el marco jurídico de los partidos políticos ha experimentado una evolución que se expresa en su cada vez más compleja regulación desde el texto mismo de la Constitución, en las leyes secundarias y en los reglamentos emitidos por la autoridad electoral.

La Ley para la Elección de los Poderes Federales del 2 de julio de 1918, en su artículo 116, señalaba que para poder participar en las elecciones los partidos políticos deberían reunir como requisitos, entre otros: "haber sido fundados por una asamblea constituyente de por lo menos cien ciudadanos; que cuenten con un programa político y de gobierno; que el partido no lleve denominación o nombre religioso ni se forme exclusivamente a favor de individuos de determinada raza o creencia; que su Junta Directiva hubiere publicado por lo menos ocho números de un periódico de propaganda durante los dos meses anteriores a las elecciones".

La Ley Electoral de 1946 reguló con mayor detalle y exigió mayores requisitos para la creación de los partidos, así como para su registro. Los partidos nacionales debían reunir, entre otros requisitos, 30 mil asociados; consignar en su acta constitutiva la prohibición de aceptar pacto o acuerdo que los subordine a una organización internacional o a depender o afiliarse a partidos extranjeros; adoptar una denominación propia y distinta acorde con sus fines y programa político, la que no podía contener alusiones o asuntos de carácter religioso o racial, y obligarse a encauzar su acción en medios pacíficos.

El registro de los partidos era otorgado por la Secretaría de Gobernación, que expedía el certificado respectivo. Una vez registrados adquirían personalidad jurídica y gozaban de los derechos inherentes a la misma, debiendo poseer oficinas permanentes y sostener una publicación mensual.

En 1949 se reformó la ley electoral para exigir como requisito de registro asambleas en cuando menos las dos terceras partes de las entidades federativas de la República (y no en cada una de ellas como lo exigía el texto original), así como que los estatutos, programa de acción y declaración de principios fueran aprobados en las mismas.

Los que ahora denominamos documentos básicos también fueron regulados con mayor rigor, debiendo "hacer una declaración de principios y en consonancia con estos, formular su programa político".

En el año de 1951 se expidió la Ley Electoral Federal que incluía la regulación de los partidos políticos. Se enriqueció la definición de la ley precedente y se señaló a los partidos como auxiliares de los organismos electorales. Se mantuvieron básicamente los requisitos previos para conformar partidos nacionales.

En 1954 se reformó la ley para incrementar el número de asociados que debía acreditar un partido político para obtener el registro, que se elevó de 30 mil a 75 mil, debiendo adjuntar la lista de los nombres y domicilios de los inscritos. Se reguló la cancelación temporal y la definitiva del registro de un partido político.

En el año de 1963 se reformó nuevamente la ley para establecer la exención de impuestos de los partidos políticos.

En la Ley Federal Electoral de 1973 se encuentra la primera regulación sistemática de los partidos políticos. Entre los objetivos de éstos, además de los de participación electoral y orientación política, se incluyó el de educación cívica.

El requisito del...

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