¿En apuros el Rey del Pop?
People Weekly Magazine
En la superficie, todo luce perfectamente en el rancho Neverland de Michael Jackson. Elefantes y jirafas aún llenan el zoológico privado y los niños visitantes pueden subirse al tren de vapor y enfrascarse en peleas de globos con agua en un fuerte construido a la medida. Una noche cualquiera, Jackson puede invitar a sus cuates a ver películas en su cine de 80 butacas, con todo y dulcería. Afirma su amigo Bryan Michael Stoller, un director de Los Angeles: "Oliver! y Boys Town son dos de sus favoritas".
Más allá de las puertas de Neverland, sin embargo, la vida se está volviendo difícil para el presunto Rey del Pop. Su diatriba en julio contra Tommy Mottola, presidente de Sony Music -un berrinche diseñado para las cámaras en el cual tachó a Mottola de "racista" y "diabólico"; más tarde ese día ondeó una imagen de Mottola con cuernos- pareció extraña incluso para Jackson, de 43 años de edad. Su álbum más reciente, Invincible, que tardó seis años en realizarse, vendió unas 2 millones de copias en Estados Unidos, más o menos la misma cantidad que el disco más reciente de Puddle of Mudd, un grupo metalero.
"Michael tiene que competir contra las Britneys y los *NSYNC", dice Alan Light, ex editor de Spin, una revista de música. "Para los chicos de 18 años de edad que controlan lo que se toca en la radio, Michael es alguien a quien escuchan sus papás".
Más allá del golpe a su ego, afirman fuentes, Jackson está luchando contra un monstruo verde muy real y muy implacable: una montaña creciente de deudas que, aunque no amenaza con llevarlo a la bancarrota, podría obligarlo a deshacerse de algunas de sus posesiones más queridas o simplificar su extravagante estilo de vida.
Neverland, por ejemplo, cuenta con un personal de tiempo completo de más de 50 empleados.
"No sé de otra superestrella que tenga mayores gastos fijos", dice Gary Pudney, un productor de televisión que tiene mucho de conocer a Jackson.
No pudo haber ayudado el hecho de que Sony no planea renovar el contrato de Jackson después del probable lanzamiento de un álbum de grandes éxitos. Muchos observadores creen que al hablar pestes de Sony, el cantante espera lograr un trato de despedida más jugoso, tal vez impulsando al sello discográfico a devolver los extremadamente valiosos masters (grabaciones originales) de Jackson -y los derechos de mercadeo que los acompañan- ahora en lugar de dentro de varios años, como estipula su contrato.
"Con esto, Michael está tratando...
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