¿Cómo pagará Fidel a Juanes su Paz?

AutorFederico Wilkins

Con los primeros martillazos para construir el escenario de Juanes en la Plaza de la Revolución, llegaron de Cuba, el pasado 10 de septiembre, tres noticias.

Se dio a conocer la lista de 15 artistas, entre ellos exiliados cubanos bien portados: Orishas y Cucú Diamantes y su grupo Yerbabuena.

La segunda parecía tomada de un periódico viejo de Sudáfrica: dos años de cárcel para Pánfilo, un negro borracho que saltó a la fama en YouTube por gritar: "¡Aquí lo que hay es tremenda hambre! ¡Hace falta comida!". Fue condenado por "peligrosidad predelictiva", crimen que tampoco existe pero "se podría cometer en el futuro". Todo un homenaje a Reporte Minoritario, de Spielberg.

Según Radio Bemba (rumores callejeros), Pablo Milanés (también negro) no cantará en Cuba hasta que Pánfilo sea liberado.

La tercera tiene que ver con la Iglesia católica en Cuba. El sacerdote Carlos Manuel de Céspedes dijo que "Cuba necesitaba un debate serio y no una farandulada". Menos Amandititita, casi toda la "farandulada" se ha subido a la ola mediática generada por Fernán Martínez, ganador de un Emmy como productor de Cristina y manager de Juanes.

Martínez, asesor en nómina de Univisión para el desarrollo de telenovelas, adelantó que el concierto será "una misa como la del Papa". Julio Iglesias ha dicho: "El concierto no tiene ninguna relación con la política". El ex futbolista, de 65 años, se las vio negras en 1973 cuando, en un show en Miami, dijo que iría a Cuba; volaron sillas y botellas. Algo parecido le ocurrió a Plácido Domingo, quien quería actuar allí: sus amigos exiliados le pidieron que no lo hiciera. Ahorita reconoce: "Se necesita mucho valor".

Desde La Habana, el actor Jorge Perugorría condenó los martillazos a discos de Juanes en Miami y afirmó que "eso pone en ridículo al sector más extremista del exilio". En estos días, el protagonista de Fresa y Chocolate presentó en Madrid un festival cubano patrocinado por Havana Club. Esa ronera que Fidel le robó a sus dueños pagó la gira de Juanes por España el año pasado. El eslogan decía: "Havana Club, el culto a la vida. Juanes, la vida. World Tour".

Perugorría estuvo a punto de que le quitaran su casa, con malecón propio, porque recibía a los artistas extranjeros que visitaban la Isla y se desataban bacanales contestatarias que se le iban de las manos a la seguridad del Estado. Muchas firmas de cubanos, dentro y fuera de la Isla, impidieron el despojo. Inexplicable, su condena al exilio.

En el programa María...

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