¿Hubo mexicanos pronazis?

AutorErnesto Núñez

A través de una serie de encuestas y de informes realizados por sus cónsules en distintas ciudades del país, el gobierno de Estados Unidos descubrió con preocupación la afinidad de muchos mexicanos con su principal enemigo: un gobierno de corte fascista apoyado en un poderoso ejército, que amenazaba con dominar el mundo.

Era 1941, y en Europa se libraban algunas de las batallas claves de la Segunda Guerra Mundial.

Hitler declaraba la guerra a la Unión Soviética, Stalin aceptaba la ayuda de Estados Unidos e Inglaterra para hacer frente al ejército nazi, y Japón preparaba su ataque a la base naval estadounidense de Pearl Harbor.

Para el gobierno norteamericano resultaba estratégico contar con un aliado al sur de su frontera, y no con un país en donde se toleraba e incluso se admiraba el poderío nazi.

Medir la hostilidad de ciertos sectores mexicanos a Estados Unidos fue la intención principal de los estudios de opinión que realizó entre mayo de 1941 y febrero de 1942 Harald J. Corson, un "observador" de la Office of Inter-American Affairs (OCAIA) que se encargó de realizar los primeros monitoreos sistematizados de prensa y las primeras encuestas que se hicieron en México.

Sin eufemismos, Corson era un espía que trabajaba para el gobierno norteamericano a través de la oficina creada por el presidente Franklin D. Roosevelt (la OCAIA) para contrarrestar la influencia nazi en Latinoamérica. Dicha oficina era dirigida por Nelson Rockefeller, miembro de la familia que poseía el 90 por ciento del petróleo de la región.

Rockefeller contrató a la máxima autoridad en las encuestas en esa época, George H. Gallup, para adiestrar a los "observadores" en las técnicas de la comunicación social.

Gracias a los reportes de Corson, el gobierno norteamericano pudo saber que en mayo de 1941 el 48 por ciento de la población mexicana tenía una opinión desfavorable de la política de Estados Unidos hacia América Latina, y que el 37 por ciento consideraba que una victoria de Alemania en la guerra tendría consecuencias favorables.

Corson es un personaje central del libro Ideas en Tormenta, una investigación en la que el periodista y comunicólogo José Luis Ortiz Garza estudia los diferentes estados de ánimo de la sociedad mexicana durante la Segunda Guerra Mundial.

Así describe el autor al espía norteamericano: "Corson llegó a la Ciudad de México el 27 de enero de 1941 y de inmediato se entrevistó con los responsables de la propaganda en la Embajada de Estados Unidos...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR