¿Y de postre?... un exprés, bien Espesso

AutorEva Cristóbal

Corresponsal

MADRID.- Si a la hora de pedir un café se tiene que decidir entre un americano con o sin leche, un exprés cortado o doble, o un capuchino ligero o bien cargado con o sin canela o cocoa espolvoreada, hoy las posibilidades aumentan. Llega el Espesso, el primer café que se come, creación del prestigioso chef catalán Ferran Adrià y Lavazza, el grupo cafetero líder en Italia.

Una vez más, Adrià, considerado en el medio gastronómico como una especie de rey Midas porque todo lo que toca se torna sensación, reinventa y convierte en novedad algo tan común como el exprés. Su divertida propuesta introduce una nota de color y sofisticación a la tradicional taza donde se sirve esta preparación nacida en Italia hace 100 años.

Existen dos variedades de Espesso: solo y con leche, y capuchino; otro clásico italiano que no se podía olvidar.

La idea surgió tras una petición de Lavazza. "Me eligieron para ver qué podíamos hacer con el café", narra Adrià en exclusiva para REFORMA.

La colaboración se llevó a cabo entre el Taller del restaurante El Bulli en Barcelona y el Training Center de Lavazza en Turín.

Durante casi seis meses, los mejores profesionales pusieron en juego todos sus conocimientos. La labor no fue sencilla "tuvimos problemas con la acidez del café porque podía quedar cortado", recuerda el fundador de El Bulli y al que anualmente acuden cientos de visitantes a manera de peregrinación.

Secretos del genio para quien se aburre

"El Espesso es un café comestible, una preparación hecha para un mundo bastante aburrido. Quisimos dar al espresso un toque 'bulliniano', y hacerlo divertido", destaca Ferran Adrià, quien con tan sólo 40 años ya es conocido en todo el planeta.

Como en todo lo que emprende el genio catalán, su punto de partida fueron los ingredientes habituales: leche, café, crema, a los que sumó su toque secreto que le confiere un aspecto sorprendente. Se completa con una calculada dosis de azúcar, "tiene un término medio, ni mucha ni poca", matiza.

Ingeniosa es también la preparación, ya que se requiere de un peculiar sifón, creación del singular cocinero, con el que se puede convertir el café líquido en una preparación sólida y compacta. En sus palabras, lo que se ha logrado obtener "es una consistencia muy ligera, una textura aérea".

Tampoco falta el componente lúdico. Se acompaña de una cucharilla con una diminuta ranura que ayuda a resaltar la idea de café sólido.

Pero no sólo sorprende el paso de líquido a sólido, el...

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